La Caja de Ahorros de Barcelona absorbe a la Rural Provincial
La Caja de Ahorros de Barcelona ha llegado a un acuerdo de adquisición de la Caja Rural Provincial de Barcelona por lo que esta última entidad desaparecerá en un próximo futuro, cuando los órganos de gobierno de las dos entidades ratifiquen el acuerdo alcanzado por los dos consejos de administración.La Caja Rural de Barcelona es una pequeña entidad, cuenta con unos 10.000 millones de pesetas de recursos ajenos, una red de 31 oficinas y una plantilla de 101 trabajadores, que, sin tener problemas de solvencia en la actualidad, planteaba problemas de supervivencia a medio plazo dado su tamaño y l...
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La Caja de Ahorros de Barcelona ha llegado a un acuerdo de adquisición de la Caja Rural Provincial de Barcelona por lo que esta última entidad desaparecerá en un próximo futuro, cuando los órganos de gobierno de las dos entidades ratifiquen el acuerdo alcanzado por los dos consejos de administración.La Caja Rural de Barcelona es una pequeña entidad, cuenta con unos 10.000 millones de pesetas de recursos ajenos, una red de 31 oficinas y una plantilla de 101 trabajadores, que, sin tener problemas de solvencia en la actualidad, planteaba problemas de supervivencia a medio plazo dado su tamaño y la región en la que está situada donde existen 11 cajas de ahorro, entre las que se encuentran algunas de las más importantes.
La Caja de Ahorros de Barcelona amplía con esta operación su política de expansión dentro de Cataluña en comarcas donde apenas tenía implantación.
El acuerdo entre los dos consejos de administración se alcanzó días antes de Semana Santa y se tomó sin que mediara ningún tipo de intervención de las autoridades políticas o económicas, aunque viene a mostrar la decisión de algunas cajas rurales de tratar de buscar una salida individual ante los problemas surgidos para que exista un acuerdo entre el Banco de Crédito Agrícola y el grupo asociado de cajas rurales que haga viable a medio plazo la existencia de este tipo de cooperativas de crédito.
Los problemas planteados en la actualidad para algunas cajas rurales de pequeño tamaño, ante la falta de un acuerdo con el BCA y las nuevas dificultades para alcanzar uno nuevo, y presionados por el anuncio de que en un futuro no muy lejano se producirá la liberalización para que las cajas de ahorro puedan abrir oficinas sin límite fuera de sus zonas de influencia, se centran en que apenas tienen un futuro claro. Deben optar por seguir enganchados a la banca oficial o tratar de encontrar un comprador en buenas condiciones antes de que desaparezcan del mercado con la liberalización.