El Banco Bilbao-Vizcaya aumentará sus recursos propios en 30.000 millones

La fusión de los bancos de Bilbao y Vizcaya proporcionará unos 30.000 millones de pesetas de plusvalías por regularización de activos que irán a engrosar las reservas del nuevo Banco Bilbao-Vizcaya siempre que las autoridades económicas concedan las exenciones fiscales solicitadas. El aumento de las reservas representará, en opinión de los presidentes de los dos bancos -José Ángel Sáncbez Asiaín y Pedro Toledo-, un crecimiento de los recursos propios del 20% y que el coeficiente de garantía se situará en torno al 6% sobre activos en lugar del 5% actualmente exigido por las autoridades.

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La fusión de los bancos de Bilbao y Vizcaya proporcionará unos 30.000 millones de pesetas de plusvalías por regularización de activos que irán a engrosar las reservas del nuevo Banco Bilbao-Vizcaya siempre que las autoridades económicas concedan las exenciones fiscales solicitadas. El aumento de las reservas representará, en opinión de los presidentes de los dos bancos -José Ángel Sáncbez Asiaín y Pedro Toledo-, un crecimiento de los recursos propios del 20% y que el coeficiente de garantía se situará en torno al 6% sobre activos en lugar del 5% actualmente exigido por las autoridades.

Las juntas generales de los dos bancos, en las que se propondrá que se apruebe la fusión de las entidades, se celebrarán el próximo 1 de junio y los consejos de administraccion de los dos bancos están estudiando la posibilidad de "proponer alguna prima a los accionistas que podría tomar la forma de ampliación de capital gratis o de dividendo extraordinario", según afirmaron los dos presidentes.Tanto Sánchez Asiaín como Toledo pusieron especial énfasis en señalar que quedan todavia varios meses antes de que la fusión empiece a dejarse notar en el funcionamiento independiente de los dos bancos aunque ya se ha procedido a la integración de la división internacional, que está siendo coordinada por Enrique Más, consejero y director general del Banco de Bilbao.

Esta mayor coordinación, que implica una dirección única aunque todavía las operaciones aparecen separadas en las contabilidades de los dos bancos al seguir existiendo como tales, es el primer paso dado en firme en el proceso de fusión al que seguirán otros más complejos, como la toma de decisiones sobre cómo estructurar las sociedades financieras y parafinancieras, como las compañías de seguros, y la forma en que "se mantendrá la política de segundas marcas bancarias, muy fuerte en los dos bancos y que seguirá siéndolo en la nueva entidad".

Pedro Toledo, que afirmó que la fusión no provocará procesos traumáticos entre el personal, dijo que "un gran banco ha roto el pacto por el que el personal di rectivo de uno de los grandes no era contratado por otro" pero que era lógico "ya que así funciona el mercado y, sobre todo, si una entidad no tiene el personal que necesita es normal que lo busque donde sí lo hay".

Rápida negociación

Pedro Toledo y José Ángel Sánchez Asiaín explicaron que en el momento asctual de creación del nuevo banco ya se está dejando notar el hecho de que se han "sumado dos entidades muy rentables porque si antes todas la eni presas querían que participáramos en sus operaciones ahora es tos deseos han aumentado".Los presidentes de los dos bancos, que reconocieron que en los últimos años "el Bilbao y el Vizcaya estuvieron a punto de fusionarse en cuatro ocasiones" afirmaron que se produce en estos momentos "tanto porque fracasó la oferta pública de adquisición (OPA) del Bilbao sobre Banesto como por el rápido proceso de negociación llevado a cabo, ya que esta fusión en concreto no era contemplada y no era la que el Gobierno más deseaba".