Firmada la fusión entre la Caja Rural y Cajamurcia

El acuerdo de fusión entre la Caja Rural de Murcia y Cajamurcia, por el que la nueva entidad de ahorro resultante se convierte en la primera de la región, con 148.000 millones de pesetas de recursos ajenos y una cuota de mercado del 30%, fue firmado ayer.El Banco de Crédito Agrícola (BCA) se había opuesto a esta operación, ofertando a cambio una fusión de la Rural con su homónima de Almería; pero sí contó con el visto bueno del Banco de España y del Ministerio de Economía.

Según Antonio Pita, director de la Caja Rural, "es lógica la postura del BCA, ya que ahora la caja está completamen...

El acuerdo de fusión entre la Caja Rural de Murcia y Cajamurcia, por el que la nueva entidad de ahorro resultante se convierte en la primera de la región, con 148.000 millones de pesetas de recursos ajenos y una cuota de mercado del 30%, fue firmado ayer.El Banco de Crédito Agrícola (BCA) se había opuesto a esta operación, ofertando a cambio una fusión de la Rural con su homónima de Almería; pero sí contó con el visto bueno del Banco de España y del Ministerio de Economía.

Según Antonio Pita, director de la Caja Rural, "es lógica la postura del BCA, ya que ahora la caja está completamente saneada después de que hace dos años estuviera en una situación de inviabilidad, habiendo crecido en el último ejercicio un 22%", y ocupa el cuarto puesto en el orden de cajas rurales. En la actualidad, en su contabilidad figura un desequilibrio patrimonial de 3.500 millones, "pero que no es real, ya que hay, unos activos que están infravalorados", dijo Carlos Egea, director general de Cajamurcia.

La nueva entidad, que adoptará como nombre el de Cajamurcia, suma 230 oficinas, de las que desaparecerá un 15%, pero se mantendrán todos los puestos de trabajo, declaró el presidente de la comunidad autónoma, Carlos Collado. Incluso, Carlos Egea aseguró que, según las previsiones hechas, "en 1990 se volverá a generar empleo".

Al final de este año se espera llegar a los 170.000 millones en recursos ajenos y a unos activos valorados en torno a los 200.000 millones. Egea señaló que, a corto plazo, la fusión no era necesaria para ambas entidades, pero sí lo sería más tarde con vistas a los problemas que se le podrían plantear en 1992, cuando se inicie la liberalización del movimiento de capitales.