Lorenzo Plaza

Un investigador que prefiere ver el mundo en color

Ha vivido casi todo el desarrollo de la física del color, y actualmente es uno de los nombres fundamentales en este campo de la ciencia. Habla por los codos, pero si el tema de conversación es el color, entonces no hay quien lo pare. En el trabajo y fuera de él "se me ha tenido por un enfant terrible", afirma Lorenzo Plaza, un hombre apasionado de la discusión sin límites. El próximo 4 de abril, día de su 65º cumpleaños, se jubilará y dirá adiós a la investigación, convencido de que "una ruptura así no viene mal".

La voz de Lorenzo Plaza se ha escuchado con firmeza, muchas veces desde c...

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Ha vivido casi todo el desarrollo de la física del color, y actualmente es uno de los nombres fundamentales en este campo de la ciencia. Habla por los codos, pero si el tema de conversación es el color, entonces no hay quien lo pare. En el trabajo y fuera de él "se me ha tenido por un enfant terrible", afirma Lorenzo Plaza, un hombre apasionado de la discusión sin límites. El próximo 4 de abril, día de su 65º cumpleaños, se jubilará y dirá adiós a la investigación, convencido de que "una ruptura así no viene mal".

La voz de Lorenzo Plaza se ha escuchado con firmeza, muchas veces desde cargos directivos, en las principales organizaciones mundiales relacionadas con el color. Extravertido, sin pelos en la lengua, apasionado por las discusiones hasta el punto de tomar una posición contraria a la suya con tal de mantener la discrepancia, atribuye a esta forma de ser el éxito de sus "actuaciones internacionales". Tras 44 años dedicados a la investigación, asegura que esta tarea "compensa porque te permite desarrollar la personalidad y enlazar con el mundo entero".Estudió física teórica y, al concluir la carrera, quería ser meteorólogo. Pero los derroteros le llevaron al recién creado Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y entró como becario a los 21 años en el Instituto de óptica Daza de Valdés, del que ha sido director. En los 10 años que pasé en la residencia de estudiantes del consejo se hizo famoso por su lengua desatada y por enfrentarse contra todo lo que no le gustaba, sobre todo contra las trabas administrativas, que, en su opinión, siguen siendo el principal escollo de la investigación pública en España.

Cuando se iba a implantar la televisión en color en Estados Unidos, fue el encargado de evaluar qué sistema de los existentes reproducía mejor los colores. Al regresar a nuestro país, antes de empezar la televisión, advirtió a los responsables de la conveniencia de introducir directamente el color, en vez del blanco y negro. Porque está convencido de que "el color es más perfecto, da más información y belleza, a pesar de lo que piensen algunos fotógrafos. Lo que ocurre es que es más difícil de manejar".

Lorenzo Plaza, barbudo .porque para algo tenemos pelos ahí", es actualmente profesor de investigación del CSIC. Ha desarrollado un sistema de notación de colores con el que representa a España ante la Organización Internacional de Normalización (ISO), que habrá de decidir cuál se adopta.

El trabajo y la vida personal de este salmantino han seguido caminos paralelos. "Al estar soltero, en este instituto he encontrado mi familia", comenta mirando la que ha sido su casa. Hasta sus numerosos viajes han sido lo que él llama "turismo científico": "Tenía una furgoneta que había acondicionado con cama, ducha y todo lo necesario para pernoctar a las puertas del congreso".

Pero se marcha sin nostalgia por el trabajo, como quien ha dejado otras cosas pendientes: "Me alegra irme, no como otros jubilados que no pueden pasar sin su trabajo. Sólo volveré para ver a los amigos".

Ahora piensa recorrer los países que no conoce y dedicarse a sus otras aficiones: la fotografía -es el socio más antiguo de la Real Sociedad Fotográfica-, la música y comunicarse con sus amigos mediante el ordenador.

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