JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

Entre el miope y el genio

La actuación española, con mínimas diferencias, se parece en lo malo día a día, pero el saltador Solá batió el récord al superar en el trampolín de 70 metros sólo a un participante, un británico miope que bastante hace con no estrellarse contra la pista -tiene el cuidado de caer antes, a 30 metros de distancia del resto-.Bien distinto todo ello a la primera exhibición -le faltan los 90 metros- del finlandés Matti Nykaenen, el auténtico genio de la especialidad, sin duda el más grande de la historia. A sus 24 años, ha ganado ya todo -Juegos Olímpicos, Mundiales y Copas del Mundo- y demue...

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La actuación española, con mínimas diferencias, se parece en lo malo día a día, pero el saltador Solá batió el récord al superar en el trampolín de 70 metros sólo a un participante, un británico miope que bastante hace con no estrellarse contra la pista -tiene el cuidado de caer antes, a 30 metros de distancia del resto-.Bien distinto todo ello a la primera exhibición -le faltan los 90 metros- del finlandés Matti Nykaenen, el auténtico genio de la especialidad, sin duda el más grande de la historia. A sus 24 años, ha ganado ya todo -Juegos Olímpicos, Mundiales y Copas del Mundo- y demuestra cada vez que el secreto del vuelo más largo sólo lo tiene él. Con sus 54 kilos, posee una sensibílidad especial para jugar con su cuerpo al lanzarse contra el aire. Nadie como él sabe corregir sus trayectorias hasta la perfeccion sin que apenas se perciba.

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Su superioridad fue tal que ganó con los dos saltos más largos, 89,5 metros. El trampolín de 70 , lupone que hay esa distancia entre el punto de salida y el teórico de llegada mínimo -Solá, con 71 y 68,5, ni llegó en el segundo-. Pero Nykaenen casi se acercó al punto crítico, donde el aterrizaje sería peligroso.

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