FESTIVAL DE TELEVISIÓN DE MONTECARLO

TVE, llego un mes tarde al plazo de inscripción de la muestra

Televisión Española no tiene este año representación alguna en las dos secciones de programas de actualidad -noticias o reportajes breves y documentales de larga duración- dentro del Festival Internacional de Televisión de Montecarlo. Según ha podido saber EL PAÍS, la razón es simple: TVE llegó un mes tarde al plazo de inscripción. Dos terceras partes de las informaciones que se han presentado al premio de noticias reflejan, de una manera o de otra, aspectos trágicos de la realidad. Accidentes, atentados, catástrofes naturales, etcétera, sirven como objeto de uso cotidiano de los informativos ...

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Televisión Española no tiene este año representación alguna en las dos secciones de programas de actualidad -noticias o reportajes breves y documentales de larga duración- dentro del Festival Internacional de Televisión de Montecarlo. Según ha podido saber EL PAÍS, la razón es simple: TVE llegó un mes tarde al plazo de inscripción. Dos terceras partes de las informaciones que se han presentado al premio de noticias reflejan, de una manera o de otra, aspectos trágicos de la realidad. Accidentes, atentados, catástrofes naturales, etcétera, sirven como objeto de uso cotidiano de los informativos televisivos de todo el mando.

La sección correspondiente a noticias y reportajes de corta duración ha contado este año en el festival de Montecarlo con la participación de 18 países. TVE, que había sido invitada, retrasó la presentación de sus candidatos a la Ninfa de Oro hasta un mes después del final del plazo de admisión, por lo que no fue admitida su solicitud. El veredicto del jurado se conocerá el viernes.La tragedia ha sido la protagonista principal de la mayor parte de los programas a concurso. Cada televisión ha mostrado en Montecarlo su capacidad para llevar las cámaras al donde se produce la catástrofe natural (un reportaje japonés sobre la erupción del volcán Mihara), el accidente (el Reino Unido y Bélgica coincidieron en sendas informaciones sobre la tragedia del transbordador Herald of Free Enterprise), los atentados terroristas (la televisión suiza se ocupó del secuestro de un avión en el aeropuerto de Ginebra), los conflictos bélicos (la televisión privada británica presentó un reportaje sobre la vida en un campamento palestino, y Bulgaria, otro sobre el ataque de los tigres tamiles a Fort Jaffra, en Sri Lanka) y el lado amargo de la existencia cotidiana (la expulsión de su hogar de un campesino alemán o la cruda experiencia de Mikko, un niño finlandés afectado de ictiosis).

En todos los casos, los principales valores del documento eran la oportuna presencia de las cámaras en el acontecimiento, la osadía de los reporteros para acercarse al peligro y la atención a individuos desprotegidos. Quizá el reportaje que mejor aunaba estos tres elementos, junto a un cuidadoso montaje y una magnífica narración, fuera el presentado por la Independent Television News (ITN, el informativo de la televisión privada británica) sobre la vida en el campamento palestino de Burj el Barajne, en Beirut.

Aparte de la existencia de estas noticias trágicas, cabe destacar algunas otras informaciones, como la presentada por la CBC canadiense sobre una gira de la Orquesta Sinfónica de Montreal por una de las más aisladas zonas del Ártico, o un reportaje sobre el problema de los accidentes provocados en las carreteras danesas por la sobrecarga con la que viajan los camiones. Referencia especial merece el caso de la representación soviética. En la línea oficial marcada por la glasnost -apertura informativa-, la televisión de la URSS compitió con un reportaje de nueve minutos sobre la polución en el lago Ladoga. El montaje, el único realizado en soporte cinematográfico, explicaba con gran carga moral los males producidos en un lago por los vertidos de una fábrica. Según el informe, la nueva Administración había reparado los errores anteriores. El locutor, para terminar, explicaba a la audiencia que es bueno construir fábricas, pero que es más importante defender la naturaleza, tal y como pensaba el nuevo Gobierno.

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