Guerra afirma que hay que combatir a quienes en el partido van contra el pueblo

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, compartió con la mayoría de los delegados las críticas a los dirigentes del partido y del Gobierno que mantienen actitudes contrarias a la ética socialista: "Hay que combatir a aquéllos que se relacionan o disculpan a los enemigos del pueblo y que han olvidado la honradez y austeridad a que estamos obligados los socialistas", dijo.Guerra asumió igualmente la crítica según la cual desde el partido hay una tendencia excesiva a sacralizar los parámetros macroeconómicos que contrastan con la realidad que viven muchos ciudadanos españoles. Guerra,...

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, compartió con la mayoría de los delegados las críticas a los dirigentes del partido y del Gobierno que mantienen actitudes contrarias a la ética socialista: "Hay que combatir a aquéllos que se relacionan o disculpan a los enemigos del pueblo y que han olvidado la honradez y austeridad a que estamos obligados los socialistas", dijo.Guerra asumió igualmente la crítica según la cual desde el partido hay una tendencia excesiva a sacralizar los parámetros macroeconómicos que contrastan con la realidad que viven muchos ciudadanos españoles. Guerra, que levantó los aplausos más prolongados de la jornada, recordó al dirigente vizcaíno, Ricardo García Damborenea, que el partido nunca había hecho un comunicado oficial en ontra de UGT, cuando la cemral sindical había hecho varios.

García Damborenea, que renunció a defender la ponencia alternativa "por no obstruir los trabajos del congreso" y que sólo fue sometida a votación, dedicó la mayor parte de su intervención a defender a UGT y señaló la có'nveniencia de que hubiera un pacto social para tres años. Según diversos delegados, Guerra "recogió el guante" y, tras ironizar sobre el papel de García Damborenea como intermediario, le dijo que estaba dispuesto "mañana mismo" a sentarse con UGT para hablar de la concertación.

El vicesecretario general, tras dejar claro que eran muy pocos los que mantenían actitudes contrarias a la ética socialista, afirmó que había que acabar con ellos.