Cartas al director

Replanteamiento comunista

Después de la marcha de Ramón Tamames de su Federación Progresista, Izquierda Unida debería cambiar inmediatamente de nombre, pues si exceptuamos al casi inexistente partido de Alonso Puerta, todo lo que queda son las diferentes fuerzas comunistas -y no todas- que hace pocos años formaban un solo y único partido. Iglesias y compañía deberían ser más realistas y proponer para sus coaliciones actuales unas siglas más adecuadas a sus verdaderos propósitos de convergencia comunista, y dejarse de una vez de vender gato por liebre, ya que la izquierda es bastante más que lo que ellos representan.Tam...

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Después de la marcha de Ramón Tamames de su Federación Progresista, Izquierda Unida debería cambiar inmediatamente de nombre, pues si exceptuamos al casi inexistente partido de Alonso Puerta, todo lo que queda son las diferentes fuerzas comunistas -y no todas- que hace pocos años formaban un solo y único partido. Iglesias y compañía deberían ser más realistas y proponer para sus coaliciones actuales unas siglas más adecuadas a sus verdaderos propósitos de convergencia comunista, y dejarse de una vez de vender gato por liebre, ya que la izquierda es bastante más que lo que ellos representan.También aprovecho la ocasión para recomendarles que no hablen tanto de unidad, y la practiquen más. La reciente historia de los comunistas españoles no es otra cosa que una cronología ininterrumpida de divisiones o

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subdivisiones, casi siempre originadas por discusiones doctrinales que tienen mucha más relación con el sexo de los ángeles que con problemas reales de la clase trabajadora-

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