El Barcelona, más triples.

El gráfico del juego que practicaron Madrid y Barcelona en la final presenta algunas curiosidades. Para empezar, baste constatar que el Barcelona consiguió más triples que canastas de dos puntos fuera de la zona y que seis de sus ocho triples se lanzaron desde la izquierda, pero que el decisivo, casualmente, entró por la derecha. El Madrid, en su tiro exterior, se mostró normal, aunque algo escaso. Nuevamente puede observarse cómo la eficacia de sus pivots tiende a desarrollarse por el lado izquierdo de la zona, como ya sucedió en el partido contra el Joventut. El Madrid consiguió cuatr...

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El gráfico del juego que practicaron Madrid y Barcelona en la final presenta algunas curiosidades. Para empezar, baste constatar que el Barcelona consiguió más triples que canastas de dos puntos fuera de la zona y que seis de sus ocho triples se lanzaron desde la izquierda, pero que el decisivo, casualmente, entró por la derecha. El Madrid, en su tiro exterior, se mostró normal, aunque algo escaso. Nuevamente puede observarse cómo la eficacia de sus pivots tiende a desarrollarse por el lado izquierdo de la zona, como ya sucedió en el partido contra el Joventut. El Madrid consiguió cuatro canastas de contraataque, los puntos que se señalan fuera de la cancha, mientras que el Barcelona no consiguió ninguna así. Los tiros libres no se contabilizan en este cuadro, donde sólo se destacan las acciones en juego y las posiciones desde las que se consiguen los tantos.

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