Las 'primarias' del PSOE comienzan con fuertes críticas de Joaquín Leguina a la dirección federal

El secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Joaquín Leguina, lanzó ayer fuertes críticas contra la Ejecutiva Federal del PSOE, asegurando que se trataba también de una autocrítica de su propia ejecutiva. Leguina censuró a quienes tratan a los discrepantes "como si fueran el enemigo interior". Así comenzó el congreso de la FSM, el primero de los más de 50 convocados este fin de semana para elegir a los 856 delegados al 31º Congreso Federal del PSOE. El presidente del partido, Ramón Rubial, aprovechó su presencia en este primer congreso para llamar a la unidad del PSOE....

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El secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM), Joaquín Leguina, lanzó ayer fuertes críticas contra la Ejecutiva Federal del PSOE, asegurando que se trataba también de una autocrítica de su propia ejecutiva. Leguina censuró a quienes tratan a los discrepantes "como si fueran el enemigo interior". Así comenzó el congreso de la FSM, el primero de los más de 50 convocados este fin de semana para elegir a los 856 delegados al 31º Congreso Federal del PSOE. El presidente del partido, Ramón Rubial, aprovechó su presencia en este primer congreso para llamar a la unidad del PSOE.

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Ramón Rubial ocupó la tribuna de oradores para decir que "desde fuera del partido, hay mucha gente interesada en que los congresos provinciales permitan líneas que sirvan para entorpecer el congreso federal".Con cierto énfasis, Rubial repitió varias veces las palabras unidad y alerta, a fin de evitar "que las discrepancias surgidas en nuestro campo faciliten a otros la cuerda con la que creen que vamos a ahorcarnos".

En presencia de casi 400 delegados, el secretario general de la federación madrileña, Joaquín Leguina, sorprendió al auditorio con un discurso muy crítico. Aseguró que este congreso viene lastrado por el análisis de las últimas elecciones, en las que el PSOE perdió votos en las capas urbanas, y también por el "desencuentro entre el Gobierno y UGT".

Según Leguina, "el proyecto socialista tuvo, desde siempre, dos soportes: el partido y el sindicato. Este desencuentro, que se ahonda, debe ser reparado. El 100% de los socialistas españoles desearían que se clarificasen las cosas entre UGT y el Gobierno".

El líder de los socialistas madrileños afirmó después que "el desgaste del proyecto socialista viene de la siguiente frase: todos los políticos son iguales". Y puso gran énfasis al afirmar: "Nosotros no somos iguales. No podemos dejarnos arrebatar el impulso moral que debe haber detrás de cada socialista, que implica solidaridad con los que están abajo y la clarificación de objetivos para cambiar esta sociedad injusta".

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Leguina dijo también que la falta de alternativa política al PSOE provoca problemas internos. "Las luchas intestinas nacen cuando no se ve peligro, y cuando tampoco hay objetivos claros", dijo, antes de afirmar que el PSOE ha de convertirse "en un foro de debates, y en la dirección política de los socialistas, tanto de los que están en los ayuntamientos, como en las comunidades autónomas, en el Gobierno o en el sindicato".

Criticó, igualmente, el papel desempeñado hasta ahora por el partido socialista, en el sentido de considerarlo una organización que ha de explicar "lo que hace el Gobierno. El partido ha de proteger al Gobierno, pero no debe subsumirse en él. De este modo se hace un pésimo favor al Gobierno socialista".

"Sobra maledicencia en este partido", continuó. "La unidad del PSOE no puede construirse sobre la tesis del enemigo interior. Sabemos cómo funcionan los países donde esa tesis ha sido defendida y practicada. Y sabemos el riesgo que corremos de acabar viéndonos en el paisaje después de la batalla".

Dos candidaturas

El discurso de Leguina no gustó demasiado a sus aliados tácticos, los guerristas, algunos de los cuales torcieron el gesto ante las palabras del secretario general de la FSM.Los hombres de Leguina y el guerrismo mantienen un acuerdo para garantizar la mayoría en la federación madrileña, y han anunciado la presentación de una lista conjunta de delegados al 31º Congreso, encabezada por el propio Joaquín Leguina.

La citada lista no estaba cerrada anoche. Uno de los nombres controvertidos era el de Antonio Puerta, secretario general de la UGT del Metal, propuesto como delegado por los guerristas. El nombre de Puerta provoca reticencias en las filas de Leguina, más cercano a las posiciones ugetistas de Nicolás Redondo, quien prefiere mantener a los sindicalistas al margen del Congreso del PSOE.

Frente a la lista de la mayoría, la corriente Izquierda Socialista prepara una candidatura alternatival encabezada por Antonio García Santesmases y Manuel de la Rocha, en la que se integra un ex miembro de la ejecutiva del PSOE, Ignacio Sotelo. Militantes de esta corriente se mostraban anoche optimistas sobre la posibilidad de alcanzar el 20% de los votos, mínimo indispensable para obtener representación en el Congreso federal.

Manuel de la Rocha juzgaba así el discurso pronunciado por Leguina: "Su mensaje es contradictorio, porque si realmente piensa eso, no se comprende porqué trata de mantenerse en la actual mayoría". Izquierda Socialista ha lanzado sugerencias a los hombres de Leguina, para explorar las posibilidades de una convergencia.

Leguina se ha mantenido en total silencio durante los últimos días. Muchos sectores del PSOE han visto en él un posible líder del ala izquierda del partido, ya que, además, mantiene buenas relaciones con el sector de UGT más vinculado a Redondo.

Sin embargo, la presencia de una activa minoría de guerristas en la federación madrileña condiciona la actuación política de Leguina, quien comentó ayer que el 31º Congreso "depende por completo de lo que haga Felipe González: no sabemos si desea un Congreso abierto o mantener todo como hasta ahora".

Ningún miembro del Gobierno de Felipe González asistió a la sesión inaugural. Por parte de la ejecutiva federal sólo se encontraba presente Carmen García Bloise, además del ya mencionado Ramón Rubial.

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