EL ATLÉTICO FRENÓ AL MADRID

La trampa del fuera de juego

El Atlético juega, lisa y llanamente, la trampa del fuera de juego. A Menotti le da vergüenza confesarlo, porque va por la vida de esteta del fútbol, y esta forma de sacar ventajas del reglamento le provoca rubor. Por eso lo llama achique de espacios. Pero no es otra cosa que la trampa del fuera de juego.El rubor de Menotti tiene otra razón de ser. En Argentina se ha provocado una rivalidad entre dos personajes: él y su sucesor al frente de la selección: Bilardo. Bilardo procede de una escuela, la del Estudiantes de la Plata, que puso en práctica en los años sesenta muchos trucos anties...

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El Atlético juega, lisa y llanamente, la trampa del fuera de juego. A Menotti le da vergüenza confesarlo, porque va por la vida de esteta del fútbol, y esta forma de sacar ventajas del reglamento le provoca rubor. Por eso lo llama achique de espacios. Pero no es otra cosa que la trampa del fuera de juego.El rubor de Menotti tiene otra razón de ser. En Argentina se ha provocado una rivalidad entre dos personajes: él y su sucesor al frente de la selección: Bilardo. Bilardo procede de una escuela, la del Estudiantes de la Plata, que puso en práctica en los años sesenta muchos trucos antiestéticos pero prácticos. Entre ellos, la trampa del fuera de juego. Menotti, líder en Argentina de los defensores del fútbol creativo, tiene problemas para confesar que ha asumido como práctica positiva la trampa del fuera de juego. De ahí que cultive el eufemismo.

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La trampa del fuera de juego, por otra parte, es aún discutida por muchos entrenadores, entre ellos Clemente, porque supone poco menos que confiar en la tontuna del delantero rival o en la fiabilidad del árbitro y el linier. Es decir, poner al equipo en manos extrañas.

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