Cartas al director

Idea para goles

He leído en EL PAÍS (19 de octubre de 1987) la descabellada idea expuesta por el presidente de la FIFA, el inefable Joâo Havelange, sobre su proyecto de agrandar las porterías del fútbol para que se consigan más goles en cada partido. Y si las quitaran del todo, todavía más, digo yo. El hacer mayores las porterías, a mi entender, restaría belleza a las jugadas de gol. Y también interés. Después de más de 50 años presenciando partidos de fútbol -¡qué perdida de tiempo, señor!- se me ocurre que una reforma que podría dar interés y belleza por lo menos a una jugada, sería la reforma de la regla d...

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He leído en EL PAÍS (19 de octubre de 1987) la descabellada idea expuesta por el presidente de la FIFA, el inefable Joâo Havelange, sobre su proyecto de agrandar las porterías del fútbol para que se consigan más goles en cada partido. Y si las quitaran del todo, todavía más, digo yo. El hacer mayores las porterías, a mi entender, restaría belleza a las jugadas de gol. Y también interés. Después de más de 50 años presenciando partidos de fútbol -¡qué perdida de tiempo, señor!- se me ocurre que una reforma que podría dar interés y belleza por lo menos a una jugada, sería la reforma de la regla del córner, con permiso de don Pedro Escartín. Hasta que se llevara a la práctica no me atrevo a decir si se lograrían más goles. Quizá sí. Pero seguro que la jugada, como digo, sería más bella e interesante. Mi propuesta se limita a que en la jugada de córner sólo pudieran intervenir nueve jugadores: cuatro del equipo castigado, incluido el portero, defendiendo; cuatro del equipo beneficiado, atacando, sin incluir al encargado de lanzar el balón desde la esquina, que tendría que salirse fuera del área, donde permanecería el resto de los jugadores. Si usted, señor director, publica esta carta, la idea quedará a merced de la International Board, si alguna alma buena se la hace llegar. Yo no pretendo cobrar nada por ella; si acaso, mi vanidad se vería satisfecha si le dieran mi nombre a la reforma. Es broma, que diría Cassen.-

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