500 vecinos de Villaverde siguen sin gas dos meses después de la explosión que causó cuatro muertos

Medio millar de vecinos de las calles del Arroyo Bueno y de Villalonso, en Villaverde Alto, siguen sin suministro de gas ciudad desde la explosión que causó cuatro muertos y seis heridos el 6 de agosto. Los afectados culpan de la situación a la lentitud de las investigaciones, ya que las viviendas donde se produjo la explosión están precintadas por orden judicial.La explosión se produjo a la altura del número 20 de la calle del Arroyo Bueno y afectó a 26 inmuebles. Un total de 37 familias tuvieron que ser realojadas por los daños causados en sus viviendas. Las otras 500 familias que habitan en...

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Medio millar de vecinos de las calles del Arroyo Bueno y de Villalonso, en Villaverde Alto, siguen sin suministro de gas ciudad desde la explosión que causó cuatro muertos y seis heridos el 6 de agosto. Los afectados culpan de la situación a la lentitud de las investigaciones, ya que las viviendas donde se produjo la explosión están precintadas por orden judicial.La explosión se produjo a la altura del número 20 de la calle del Arroyo Bueno y afectó a 26 inmuebles. Un total de 37 familias tuvieron que ser realojadas por los daños causados en sus viviendas. Las otras 500 familias que habitan en los bloques vecinos permanecen sin suministro desde el día del siniestro, y así seguirán mientras el juez no dé orden para el desprecinto.

Cocinas de butano

El Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) facilitó provisionalmente cocinas de gas butano a los 500 afectados, pero los vecinos, que llevan dos meses sin agua caliente, se enfrentan ahora a un invierno sin calefacción.Según Francisco Rodríguez Manzano, secretario de la Asociación Los Hogares de Villaverde, "han pasado ya dos meses y no se sabe absolutamente nada del caso".

Una representación de los vecinos se entrevistó el viernes con el titular del Juzgado de Instrucción número 17, Manuel Trenzado Ruiz. Se trata del cuarto magistrado que se hace cargo del caso en dos meses.

Trenzado, que se hizo cargo del juzgado en la segunda quincena de septiembre, ha adoptado una decisión que los vecinos no se acaban de explicar: el cambio de laboratorio para realizar las pruebas periciales de las tuberías de gas y agua. "Ahora resulta que las tuberías han estado dos meses muriéndose de risa en el laboratorio de la Escuela de Ingenieros Industriales", afirmó Francisco Rodríguez Manzano.

Según Rodríguez Manzano, "la lentitud judicial contrasta con la rapidez con la que se dio una primera versión oficial del accidente". La primera inspección, realizada por técnicos de la Comunidad de Madrid, confirmaba que la explosión se debió a un escape de agua que provocó la rotura de las tuberías de gas en la línea de fachada del edificio.

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