Torras Hostench distribuirá un dividendo a cuenta de los resultados extraordinarios de 1987

La dirección de Torras Hostench ha recibido el mandato del consejo de administración, que ayer celebró una de sus reuniones periódicas, para efectuar una distribución a cuenta de los cuantiosos beneficios obtenidos por la sociedad durante el presente ejercicio. La semana pasada, Javier de la Rosa Martí, vipresidente de la papelera, anunció la distribución de un dividendo próximo al 100%. El consejero delegado, Jorge Núñez, señaló ayer que todavía no se había determinado el sistema de retribuir a los accionistas con los beneficios obtenidos durante 1987.Núñez precisó que se podía emplear tanto ...

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La dirección de Torras Hostench ha recibido el mandato del consejo de administración, que ayer celebró una de sus reuniones periódicas, para efectuar una distribución a cuenta de los cuantiosos beneficios obtenidos por la sociedad durante el presente ejercicio. La semana pasada, Javier de la Rosa Martí, vipresidente de la papelera, anunció la distribución de un dividendo próximo al 100%. El consejero delegado, Jorge Núñez, señaló ayer que todavía no se había determinado el sistema de retribuir a los accionistas con los beneficios obtenidos durante 1987.Núñez precisó que se podía emplear tanto la vía de la ampliación de capital como la de reparto de dividendos. El consejero delegado estimó en 30.000 millones de pesetas el valor de las plusvalías teóricas obtenidas por las inversiones financieras de Torras Hostench, durante los últimos 13 meses, es decir, desde la entrada del grupo Kuwait Investment Office (KIO) en la papelera, en septiembre de 1986. Tras la ampliación de capital de 55.000 millones de pesetas, Torras Hostench ha efectuado importantes inversiones en otras compañías como ERT, (15%); SA Cros, (15%); Banco Central, (2%); Banco de Vizcaya, (5,1%); Ebro, (7%) y Ence (5%). El consejero delegado señaló que el carácter de estas plusvalías era estrictamente teórico, ya que la dirección no tenía previsto realizar ninguna de estas inversiones.

Fuentes de la empresa señalan que los beneficios propios de la sociedad durante 1987 se situarán entre los 8.000 y los 9.000 millones de pesetas. En relación a estos beneficios, Jorge Núñez precisó que una parte de los mismos procedía de la propia actividad de la industria papelera y otra de los rendimientos de las inversiones bursátiles efectuadas con los fondos de la sociedad, que durante los últimos meses ha disfrutado de una gran liquidez. Núñez diferenció estas últimas inversiones, caracterizadas por el corto plazo, de las inversiones a más largo plazo conocidas y que se han relacionado anteriormente.

A diferencia de las operaciones conocidas, los beneficios obtenidos con las inversiones financieras a corto plazo sí son factibles de distribución entre los accionistas, según el consejo de administración. Esta doble fuente de los beneficios explica los cuantiosos resultados obtenidos por la sociedad que hasta ahora eran inexplicables por la sola actividad industrial.

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