LA JORNADA EUROPEA DE FÚTBOL

La Real Sociedad no sacó fruto de su cerco al Slask

La Real Sociedad no sacó beneficio de su tozudo cerco sobre el área del Slask Wroclaw. El partido fue un ejercicio de tiro al blanco. La inusitada sucesión de remates donostiarras mereció mejor fortuna. Los jugadores de Toshack apabullaron a unos blanditos polacos.

Toshack, en un rapto de ingenio, pretendió confundir a su colega Amostel. El alarde de picardía consistió en intercambiar los dorsales de los hermanos Bakero. El delantero saltó al campo con el cuatro a la espalda, mientras Santi Bakero, el hermano mayor lucía el ocho. Parecía una simple cuestión de número, pero degeneró ...

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La Real Sociedad no sacó beneficio de su tozudo cerco sobre el área del Slask Wroclaw. El partido fue un ejercicio de tiro al blanco. La inusitada sucesión de remates donostiarras mereció mejor fortuna. Los jugadores de Toshack apabullaron a unos blanditos polacos.

Toshack, en un rapto de ingenio, pretendió confundir a su colega Amostel. El alarde de picardía consistió en intercambiar los dorsales de los hermanos Bakero. El delantero saltó al campo con el cuatro a la espalda, mientras Santi Bakero, el hermano mayor lucía el ocho. Parecía una simple cuestión de número, pero degeneró en un problema de eficacia. Recién comenzado el partido, Txiki Beguiristain dibló con buen estilo a dos defensas polacos y colocó el balón a los pies de Bakero, el cuatro. Era una de esas ocasiones que sueña cualquier futbolista: un torneo continental, el adversario de entidad, el primer minuto y dos metros entre el cuero y la portería, sólo habitada por un defensa sentenciado. Pero Bakero extrañó el cuatro y no fue capaz de tocar a la pelota, primero rebotó en su pierna izquierda, más tarde en la derecha y después salió triste hacia el banderín.

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