Los atletas boicotearon la calificación en la altura

Los 16 atletas que saltaron 2,27 metros en altura boicotearon la calificación y obligaron a los jueces a suspenderla, declarando finalistas a todos, entre ellos el español Arturo Ortiz. Éste igualó el récord de España, con 2,27.Cuando a los atletas se les pidió que saltaran sobre 2,29, realizaron tal pantomima que no se les exigió más que un intento para evitar escenas grotescas.

Unos saltaban de culo, otros dando volteretas, algunos asomaban la cabeza bajo el listón... Todos lo hicieron con el chándal puesto, menos Thraenhardil, sólo que éste se fue hacia el, listón descalzo. Luego alg...

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Los 16 atletas que saltaron 2,27 metros en altura boicotearon la calificación y obligaron a los jueces a suspenderla, declarando finalistas a todos, entre ellos el español Arturo Ortiz. Éste igualó el récord de España, con 2,27.Cuando a los atletas se les pidió que saltaran sobre 2,29, realizaron tal pantomima que no se les exigió más que un intento para evitar escenas grotescas.

Unos saltaban de culo, otros dando volteretas, algunos asomaban la cabeza bajo el listón... Todos lo hicieron con el chándal puesto, menos Thraenhardil, sólo que éste se fue hacia el, listón descalzo. Luego algunos, llevaban la ironía más lejos, comentando las razones del por qué de los nulos, señalando los errores cometidos, por ejemplo, en la batida del salto.

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La calificación de altura era de 2,29 metros. Se empezó sobre marcas más bajas para que los atletas se fueran calentando. Cuando concluyó la ronda sobre 2,27, sólo había 16 supervivientes, Ortiz entre ellos, que lograba así igualar su propio récord.

12 finalistas

El reglamento obliga a que haya un mínimo de 12 finalistas. La siguiente ronda, sobre 2,29, hubiera dejado, con seguridad fuera a más de cuatro atletas, por lo que al no haber pasado el mínimo de 12 finalistas sobre la altura que se pedía hubiera. habido repesca, en la que entrarian todos los hombres de 2,27. El esfuerzo habría, pues, resultado inútil. Los atletas así lo entendieron y pidieron a los jueces que dieran por concluída la calificación. No aceptaron y les boicotearon la prueba.

Sobre Ortiz recayó la responsabillad de ser el primero en realizar el boicoteo, y se sentó de culo en la colchoneta. Fue el gesto menos grotesco de todos los que siguieron.

Cuando todos, en cuestión de segundos, hicieron sus primeros nulos, los jueces comprendieron que había que acabar con aquel espectaculo ridículo, que todo el estadio recibía alborozado, y declararon finalistas a todos los de 2,27: Parsons (Reino Unido), Sotomayor (Cuba), Matei (Rumanía), Saunders (Bermudas), Malchenko, Sjoeberg (Suecia), Avdenko y Paklin (URS S), Martinov (Bulgaria), Zvara (Checoslovaquia), Cants (EEUU), Krawczyk (Polonia), Thraenhardt, Moegeriburg y Nagel (RFA) y Arturo Ortiz.

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