Paloma mensajera
Las palomas mensajeras de hoy día me han decepcionado una vez más.No era la primera vez que una carta certificada tardaba un mes en llegar a Madrid; incómodo, fastidioso, desagradable, ¡en un mes puede cambiar radicalmente el mundo!
No es para tanto, es verdad, todos sabemos lo atareadísimas que vuelan en ocasiones nuestras queridas palomas. ¡Qué haríamos a veces sin ellas! Pero sí es para tanto y más el que confies a ellas tu futuro (certificado) y te lo pierdan.
El día 23 de enero rellené el impreso previo a estos casos, confiando en que los documentos que me pedía la Universid...
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Las palomas mensajeras de hoy día me han decepcionado una vez más.No era la primera vez que una carta certificada tardaba un mes en llegar a Madrid; incómodo, fastidioso, desagradable, ¡en un mes puede cambiar radicalmente el mundo!
No es para tanto, es verdad, todos sabemos lo atareadísimas que vuelan en ocasiones nuestras queridas palomas. ¡Qué haríamos a veces sin ellas! Pero sí es para tanto y más el que confies a ellas tu futuro (certificado) y te lo pierdan.
El día 23 de enero rellené el impreso previo a estos casos, confiando en que los documentos que me pedía la Universidad para concederme la beca que año tras año debo solicitar para poder cursar unos estudios universitarios no sólo llegarían antes del límite fijado por dicha institución, sino que, simplemente, llegarían.
¡Cuál no sería mi frustración y mi desesperación al ver levantarse ante mí una gran barrera (por la dificultad de poder continuar mis estudios fuera de mi localidad) como lo es la de tipo económico! El motivo: mi paloma extravió ¡un certificado! Pregunté en el palomar y su contestación fue que era inútil presentar una reclamación contra este organismo porque es éste "el que siempre tiene razón"; lo más que sacaría serían 1.000 pesetas. ¡Con 1.000 pesetas yo no estudio!
Las palomas mensajeras de hoy día me han decepcionado con una pérdida de 147.000 pesetas, más 50.000 que encima tuve que abonar por la matrícula.
No queda ahí la cosa, pues mis (nuestras) palomas mensajeras de hoy día me han devuelto otro certificado que envié a un apartado (también en Madrid) hace dos meses exactamente. Mi paloma me ha contado que nadie acudió a recogerlo en el plazo establecido. ¿Cómo es posible cuando la persona que debía recoger la carta iba dos veces por semana, encontraba el cajetín vacío y en el interior del palomar insistían en no haber recibido nada?
Una vez más las palomas mensajeras de hoy día me han decepcionado. ¿Tendré que recurrir mañana a las tradicionales? Ellas, con apenas sus alas y su sentido de la orientación, son seguras, rápidas y, de seguir así, seguro me saldrán más económicas-