HB homenajeó a los 'etarras' fallecidos en San Sebastián

Cerca de un millar de personas homenajearon ayer tarde en la localidad guipuzcoana de Rentería a Rafael Etxebeste, uno de los dos activistas de ETA Militar muertos el sábado en San Sebastián al estallarles la bomba que manipulaban. El féretro, envuelto en una ikurriña y con el anagrama de ETA Militar, era portado a hombros de familiares del joven y de un concejal de Herri Batasuna y fue recibido a las 19.00 horas en Rentería con gritos de gora ETA. La cabeza de lista de Herri Batasuna de Rentería, Lore Egaña, elogió el comportamiento de los dos activistas muertos y dijo que ...

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Cerca de un millar de personas homenajearon ayer tarde en la localidad guipuzcoana de Rentería a Rafael Etxebeste, uno de los dos activistas de ETA Militar muertos el sábado en San Sebastián al estallarles la bomba que manipulaban. El féretro, envuelto en una ikurriña y con el anagrama de ETA Militar, era portado a hombros de familiares del joven y de un concejal de Herri Batasuna y fue recibido a las 19.00 horas en Rentería con gritos de gora ETA. La cabeza de lista de Herri Batasuna de Rentería, Lore Egaña, elogió el comportamiento de los dos activistas muertos y dijo que ellos han sido más valientes que nadie porque han hecho los que los demás no se atreven a hacer. Un chico de unos 13 años de edad bailó el aurresku ante el féretro y los asistentes se disolvieron entre gritos de apoyo a ETA Militar tras entonar el Eusko Gudariak (himno del soldado vasco).

Mientras, los restos mortales de María Teresa Pérez Ceber, la etarra que murió en la misma explosión, fueron trasladados, desde San Sebastián a Bilbao, poco después de las 19.00 horas de la tarde de ayer. El vehículo que contenía el furgón fúnebre llegó directamente al hospital civil de Basurto, en donde le aguardaban varios centenares de simpatizantes abertzales, informa Tonia Etxarri. Los concentrados acompañaron al féretro, que fue trasladado a hombros desde la puerta del centro hospitalario hasta las dependencias interiores del depósito de cadáveres, en donde permanecen hasta que hoy tengan lugar las exequias.

María Teresa Pérez y Rafael Etxebeste eran, según todos los indicios, miembros de un comando de liberados que se introdujo clandestinamente en España, probablemente hace poco, para sumarse a la ofensiva de verano de ETA Militar. La policía les atribuye la participación en tres asesinatos.

Ambos llevaban carné de identidad y permisos de conducir falsificados, a nombre de otras personas, y sus familiares han confirmado que los dos jóvenes se refugiaron en Francia a finales del año pasado huyendo de la policía.

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