2.900 millones, presupuesto del Barcelona para la próxima temporada

El presidente del Barcelona, Josep Lluís Núñez, superó ayer sin problemas, aunque debió hacer frente a algunos brotes de contestación, la asamblea anual de compromisarios, a la que asistieron 1.127 de los 3.564 citados. Su gestión fue aprobada por más de mil de éstos, mientras una treintena se mostraba en desacuerdo. Al aprobar las cuentas del pasado año, sólo siete de los asistentes estuvieron disconformes. Sólo dos se opusieron al nuevo presupuesto, 2.900 millones de pesetas, y al aumento de las cuotas, que es del 5,13%. El nerviosismo de Núñez y buena parte de la cúspide directiva azulgrana...

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El presidente del Barcelona, Josep Lluís Núñez, superó ayer sin problemas, aunque debió hacer frente a algunos brotes de contestación, la asamblea anual de compromisarios, a la que asistieron 1.127 de los 3.564 citados. Su gestión fue aprobada por más de mil de éstos, mientras una treintena se mostraba en desacuerdo. Al aprobar las cuentas del pasado año, sólo siete de los asistentes estuvieron disconformes. Sólo dos se opusieron al nuevo presupuesto, 2.900 millones de pesetas, y al aumento de las cuotas, que es del 5,13%. El nerviosismo de Núñez y buena parte de la cúspide directiva azulgrana fue patente durante las largas horas que duró la asamblea e incluso en determinados momentos actuaron con una agresividad desconocida en ellos.Perdida la Liga de fútbol, permanente en la mente del socio el desastre de Sevilla en la Copa de Europa e incipientes los grupos de oposición, Núñez preparó el examen de fin de curso 1986-1987 bajo dos aspectos: los económicos y los deportivos, ambos ilustrados, muy a la americana, en una gran pantalla, sobre la que se proyectaron gráficos y fotografías de ídolos recintos azulgrana. Toda su exposición, realizada en un maltratado catalán, estuvo marcada por alusiones a la oposición, recalcando que iba a hablar de hechos, no de palabras, y haciendo referencia a las obras faraónicas de las anteriores directivas. Sobre todo, ridiculizó la etapa de Miró-Sans, cuando se construyó el Camp Nou.

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