Gran resistencia de Paraguay en el partido de dobles

ENVIADO ESPECIAL España necesitó cuatro horas y 54 minutos y 77 juegos para ganar el partido de dobles ante Paraguay y adelantarse por 2 a 1 en la eliminatoria de cuartos de final, que se disputa en Caracas. Emilio Sánchez Vicario y Sergío Casal, la pareja española, se impusieron a Francisco González y Víctor Pecci por 6-2, 16-18, 6-3 y 14-12. Hoy se disputará la última jornada. El primer encuentro lo jugarán Víctor Pecci y Sergio Casal (cuatro de la tarde, TVE-2), y a continuación se enfrentarán Hugo Chapacú y Emilio Sánchez Vicario. España sólo necesita un punto más para clasificarse.
...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

ENVIADO ESPECIAL España necesitó cuatro horas y 54 minutos y 77 juegos para ganar el partido de dobles ante Paraguay y adelantarse por 2 a 1 en la eliminatoria de cuartos de final, que se disputa en Caracas. Emilio Sánchez Vicario y Sergío Casal, la pareja española, se impusieron a Francisco González y Víctor Pecci por 6-2, 16-18, 6-3 y 14-12. Hoy se disputará la última jornada. El primer encuentro lo jugarán Víctor Pecci y Sergio Casal (cuatro de la tarde, TVE-2), y a continuación se enfrentarán Hugo Chapacú y Emilio Sánchez Vicario. España sólo necesita un punto más para clasificarse.

Más información

El equipo español se enfrentaría en semifinales al ganador del Francia-Suecia, en el mes de octubre en Barcelona.El partido de dobles fue un drama en cuatro actos que rozó las cinco horas de duración. Víctor Pecci y Francisco González forman una pareja de torres gemelas -los dos miden 1,93 metros- que, gracias a su envergadura, controlan el juego en la red y poseen un saque durísimo. Los españoles, más técnicos, se encontraron con una resistencia feroz, y sólo ganaron con la constancia.

La primera manga fue muy sencilla para España. Víctor Pecci, como el viernes ante Emilio, comenzó a bajo rendimiento, y perdió dos veces su servicio para permitir un 6-2 favorable a España. El segundo set fue tan largo como emocionante. Duró dos horas y siete minutos, en los que los españoles desperdiciaron hasta nueve pelotas de set antes de perderlo.

En este set Francisco González se afianzó como el punto fuerte de la pareja uruguaya. Con un gran servicio, buenos recursos en la red, y excelentes restos, González compensó los errores de Pecc¡.

Fue precisamente Pecci el que volvió a fallar en la tercera manga. Cedió su saque en el cuarto juego, y España se mantuvo firme hasta el 6-3.

El cuarto y definitivo set se jugó con gran intensidad. Un seguidor español fue expulsado de la primera fila de las gradas por mostrarse demasiado agresivo, mientras la batucada paraguaya animaba los descansos con su salsa y apoyaba sin desmayo a sus jugadores. Hubo protagonistas singulares. Silvia Pecci, la mujer de Víctor, le decía a su marido desde la grada: "Vamos, peccito, corazón, concéntrate". El árbitro, el italiano Stefano, tenía continuos diálogos personales con los espectadores: "Policía, sesentá (por siéntese)",- el policía no se sentó y el público le abucheó-; "Paren la música", -dirigiéndose a la batucada-, "¿Qué hago?, le pego un tiro?" -cuando un espectador molestaba a los paraguayos cuando sacaban-.

Agresividad

En la pista, Francisco González se convirtió definitivamente en un Rambo el tenis. Levantando su brazo derecho espectacularmente musculado cada vez que ganaba un punto, buscando el cuerpo de los españoles en cada volea cerca de la red, González aportó al partido lo único que le faltaba: agresividad. Paraguay se escapó momentáneamente cuando Casal perdió su saque con 3-2, pero Pecci falló de nuevo en el juego siguiente, y el set se igualó. Los españoles volvieron a desaprovechar ocho bolas de rotura de servicio, y todo parecía conformar una escenografía similar a la de la segunda manga.Pero esta vez la suerte fue española. Emilio salvó por dos veces sendas bolas de set y Casal demostró, sacando fuerzas de flaqueza, que acompañado puede mantener la regularidad. Fue entonces cuando, por primera vez ayer, Francisco González mostró una flaqueza y perdió su saque. Falló en su primer servicio y, finalmente, Emilio Sánchez logró una rotura de saque con un passing-shot paralelo de revés que dejó a Rambo González clavado en el suelo. El tenis no es el cine, y aquí Rambo sí puede perder.

La jornada de hoy puede ser tan dramática como la de ayer pero la eliminatoria se le está poniendo de cara a los españoles. Sergio Casal, con la moral alta, se encontrará a un Pecci de 31 años y muy cansado, y Emilio Sánchez debe derrotar sin problemas -excepto si nota mucho el cansancio- a Hugo Chapacú.

Sobre la firma

Archivado En