Acuerdo de principio entre las cajas de ahorro para solicitar que se modifiquen los límites a la expansión geográfica

Cinco representantes de otras tantas cajas de ahorro, elegidos durante la última asamblea general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, celebraron hace días una primera reunión para tratar sobre la posible propuesta a elevar al Ministerio de Economía sobre las normas de expansión geográfica de estas instituciones. La comisión está formada por la Caja de Ahorros de Vitoria, Inmaculada de Zaragoza, Caja de Ceuta, La Caixa y la Caja de Ahorros de Burgos. En la primera reunión, los representantes de las cajas llegaron al consenso, salvo en el caso de la Caja de Burgos, de la necesi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Cinco representantes de otras tantas cajas de ahorro, elegidos durante la última asamblea general de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, celebraron hace días una primera reunión para tratar sobre la posible propuesta a elevar al Ministerio de Economía sobre las normas de expansión geográfica de estas instituciones. La comisión está formada por la Caja de Ahorros de Vitoria, Inmaculada de Zaragoza, Caja de Ceuta, La Caixa y la Caja de Ahorros de Burgos. En la primera reunión, los representantes de las cajas llegaron al consenso, salvo en el caso de la Caja de Burgos, de la necesidad de: no oponerse a una expansión ordenada desde dentro porque de otra forma las grandes cajas seguirán adquiriendo cajas rurales en dificultades, inundando de sucursales, en ciudades y pueblos, las zonas tradicionales de influencia del resto de las entidades. Los recientes casos de la Caja Rural de Palencia, donde La Caixa y Cajamadrid han conseguido la entrada en buena parte de Castilla y León, y las perspectivas de que repitan el desembarco en Cantabria hanabierto los ojos a más de una caja.Una vez resuelto el problema de la filosofía general, que hasta ahora había sido negado por la práctica totalidad de las cajas medianas y pequeñas, falta concretar el acuerdo de hasta dónde se está dispuesto a abrir la mano, con el horizonte puesto en que en 1992 las limitaciones geográficas no existirán no sólo para las entidades nacionales, sino tampoco para bancos y cajas de los países miembros de la CE.

Hay dos propuestas sobre la mesa que la comisión deberá estudiar y tratar de asumir. No son en absoluto coincidentes, y lo normal es llegar a un pacto que trate de asumir parte de las dos. La primera de ellas, defendida por el director general de Cajamadrid, Mateo Ruiz Oriol, a pesar de no formar parte de la comisión, es la cláusula de reciprocidad, es decir, que las cajas de ahorro de las regiones en las que el resto de entidades están autorizadas a abrir sucursales lo puedan hacer en las zonas de las que procedan estas últimas.

Abrir o no

Las cajas de ahorro que superan los 50.000 millones de depósitos pueden abrir sucursales en Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia y Sevilla. Las cajas de estas cinco zonas no pueden hacerlo en el resto de España. La competencia es más fuerte para Cajamadrid, ya que todas las cajas que pueden están abriendo sucursales en la capital; en menor proporción en Barcelona, y menos en las otras capitales. Cajamadrid pide que se le autorice a abrir en las ciudades de las cajas que lo hagan en Madrid.La otra alternativa es un desarrollo de la fórmula pensada en 1981, y que nunca llegó a ponerse en marcha. Según esto debería autorizarse con carácter general a abrir fuera de las zonas de influencia un número de oficinas que no superara un cierto porcentaje del número total de agencias de que dispone cada entidad de ahorros. Esta vía es la que ha venido defendiendo con mayor fuerza La Caixa. El planteamiento ahora es fijar este porcentaje en torno al 10% del número de oficinas para el primer año o año y medio, y elevarlo hacia el 20% dentro de un período no mayor a dos años más.

Archivado En