El empresario mas elegante de Italia

Como un gran pontífice de las finanzas se presentó ayer Gianni Agnelli, presidente de Fiat, a la cita anual con sus 300 accionistas, primero, y a continuación con los 200 periodistas llegados a Turín de 15 países para la gran liturgia.

En la sala de los accionistas hubo sólo hombres. En la de los enviados especiales de periódicos, revistas y televisiones se notaba numerosa la presencia femenina. Y es que Agnelli es algo más que un empresario. Está considerado el más elegante de este país. Ayer vestía traje azul marino oscuro de Valentino y llevaba su Rolex encima de la manga de la c...

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Como un gran pontífice de las finanzas se presentó ayer Gianni Agnelli, presidente de Fiat, a la cita anual con sus 300 accionistas, primero, y a continuación con los 200 periodistas llegados a Turín de 15 países para la gran liturgia.

En la sala de los accionistas hubo sólo hombres. En la de los enviados especiales de periódicos, revistas y televisiones se notaba numerosa la presencia femenina. Y es que Agnelli es algo más que un empresario. Está considerado el más elegante de este país. Ayer vestía traje azul marino oscuro de Valentino y llevaba su Rolex encima de la manga de la camisa, moda introducida por él hace dos años. Tiene lo que aquí se llama fascino, una especie de magnetismo que le viene no sólo de ser uno de los hombres más ricos del mundo, sino también de esa especie de leyenda que ha rodeado siempre a su familia.

Convencido como lo está de que en Italia es algo más que un empresario, no sólo no desdeñó, sino que se complajo en que las primeras preguntas no versasen sobre Fiat, sino sobre su opinión personal acerca de la crisis actual de Gobierno en Italia tras las últimas elecciones.

Y ni siquiera se irritó o pronunció el no comment que todos esperaban cuando una periodista británica le preguntó a boca de jarro qué opinaba sobre la elección de Cicciolina como diputada al Parlamento. Fue la única vez que no respondió en la lengua de Shakespeare a una pregunta en inglés. Fue el momento en que se puso más serio. En italiano dijo: "Si la señora se comportara ahora como todos los demás diputados en el Parlamento habría dado una buena lección a quienes la votaron queriendo sólo instrumentalizarla, cosa que me ha parecido extremadamente incorrecto".

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