Moralidad a la francesa

¿Han evolucionado las concepciones morales de los franceses? La encuesta realizada por Sofres para Le Nouvel Observateur se apoya fundamentalmente en comparaciones intemas: el panorama moral de los franceses, asentado en un viejo pedestal herciniano casi inamovible sale completamente trastornado.La primera conclusión importante es la autonomía de la moral respecto de la religión. En la vieja tierra católica de la Francia eterna la religión ha dejado de dictar la ley. La única ley que reconocen actualmente los franceses es la de la conciencia.

Los votantes comunistas, que son much...

¿Han evolucionado las concepciones morales de los franceses? La encuesta realizada por Sofres para Le Nouvel Observateur se apoya fundamentalmente en comparaciones intemas: el panorama moral de los franceses, asentado en un viejo pedestal herciniano casi inamovible sale completamente trastornado.La primera conclusión importante es la autonomía de la moral respecto de la religión. En la vieja tierra católica de la Francia eterna la religión ha dejado de dictar la ley. La única ley que reconocen actualmente los franceses es la de la conciencia.

Los votantes comunistas, que son mucho más permisivos en materia de aborto, de trabajo clandestino o de pequeños hurtos, son más severos que los socialistas en lo que se refiere al fraude fiscal, al consumo de droga e incluso a la homosexualidad. Globalmente, el electorado socialista se revela como el más tolerante, a semejanza de la socialdemocracia nórdica y anglosajona.

Así, comprobamos que por una parte hay un factor moral invariable, de naturaleza permanente, geológica, que se manifiesta en el lugar de aplicación de esta moral, es decir, la esfera privada; por otra parte, asistimos a un cambio total de la topografía, es decir, el paso de una ética de la ley a una ética del placer y de la realización personal. La síntesis provisional de esta inmovilidad y de este cambio es lo que hemos denominado individualismo moral.

6 de junio