Un notario asegura que los agraciados con 800 millones en Bilbao son más de veinte

El boleto agraciado con los 843 millones que produjo el sorteo número 18, el pasado 30 de abril, tiene veinte suscriptores, según afirmó ayer el notario bilbaíno Antonio Ledesma. Según el letrado, los beneficiarios son un grupo compuesto por más de veinte personas, en su mayoría de origen humilde.

El letrado, que se mostró visiblemente nervioso ante cualquier pregunta concreta de los informadores, se limitó a decir que los beneficiarios de la loto eran un grupo, que no estaba constituido en peña, pero que superaban la cifra de veinte personas humildes, entre las que se encontraba el var...

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El boleto agraciado con los 843 millones que produjo el sorteo número 18, el pasado 30 de abril, tiene veinte suscriptores, según afirmó ayer el notario bilbaíno Antonio Ledesma. Según el letrado, los beneficiarios son un grupo compuesto por más de veinte personas, en su mayoría de origen humilde.

El letrado, que se mostró visiblemente nervioso ante cualquier pregunta concreta de los informadores, se limitó a decir que los beneficiarios de la loto eran un grupo, que no estaba constituido en peña, pero que superaban la cifra de veinte personas humildes, entre las que se encontraba el variado ramillete de jubilados, trabajadores, parados y algún estudiante. Por su parte, el diputado general de Vizcaya, José María Makua, que participó en el acto de entrega del cheque en calidad de fedatario público, comentó, satisfecho, que "el dinero se va a quedar aquí".Ni siquiera la vecindad de los beneficiarios fue facilitada por el notario, que llegó a las oficinas del Patronato de Apuestas, en medio de un gran sigilo, con un taxi que les esperó en un parking privado en el que iban dos supuestos escoltas.

Los acertantes rellenaron un boleto, en un céntrico despacho de Bilbao, de tan sólo seis apuestas, por valor de 300 pesetas. Quizá por esta razón se pensó, desde un principio, en la posibilidad de que la identidad del beneficiario correspondiese a una sola persona. Sin embargo, aunque resulta difícil imaginar una apuesta de trescientas pesetas entre un equipo tan numeroso, el notario insistía en que sus clientes llegaban a una veintena y que él apenas los conoce, ya que ha intentado evitar, a toda costa, disponer de datos. Cabe pensar que el letrado contaría con el dato imprescindible del número de cuenta o cuentas bancarias en donde deberá depositar el cheque del Banco de España que recibió ayer de manos del presidente de la Diputación de Vizcaya.

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