GENTE

Bob Hawke,

primer ministro australiano, ha tenido que llamar la atención al recién nombrado ministro de Turismo de este país, John Brown, en cuyo despacho se encontró una prenda de ropa interior femenina, para que este hecho no vuelva a repetirse. Brown estrenó su cargo haciendo el amor con su mujer sobre la mesa de su oficina. Jan Brown, la ardiente esposa, se cansó de que, al intentar hablar por teléfono con su marido, siempre recibiera evasivas respuestas del tipo "el ministro está reunido", "el señor Brown está ocupado" o Ilame más tarde". "Ante ello", comentó Jan ante las cámaras de la televisión, "...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

primer ministro australiano, ha tenido que llamar la atención al recién nombrado ministro de Turismo de este país, John Brown, en cuyo despacho se encontró una prenda de ropa interior femenina, para que este hecho no vuelva a repetirse. Brown estrenó su cargo haciendo el amor con su mujer sobre la mesa de su oficina. Jan Brown, la ardiente esposa, se cansó de que, al intentar hablar por teléfono con su marido, siempre recibiera evasivas respuestas del tipo "el ministro está reunido", "el señor Brown está ocupado" o Ilame más tarde". "Ante ello", comentó Jan ante las cámaras de la televisión, "decidí acudir al despacho y seducir John allí mismo, e hicimos el amor sobre el escritorio". Jan, madre de cinco hijos, declaró con picardía: "Lo de dejar allí mi prenda más íntima fue una especie de venganza".

Archivado En