La federación y el CSD compensaran económicamente a Casal y Vicario por no jugar en Suráfrica

La Federación Española de Tenis y el Consejo Superior de Deportes (CSD) pagarán una compensación económica a Sergio Casal y Emilio Sánchez Vicario tras prohibirles jugar en Suráfrica, representando a España en un torneo de exhibición en el que participaban Suráfrica, lsrael y Paraguay. Casal y Sánchez Vicario tenían un contrato de 70.000 dólares -casi nueve millones de pesetas- pero la compensación que recibirán será mucho menos. Sergio Casal manifestó ayer que ni él ni Emilio sabían lo que arriesgaban jugando en Suráfrica. ",Si lo llegamos a saber, no habríamos ido".

Sergio Casal, que ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Federación Española de Tenis y el Consejo Superior de Deportes (CSD) pagarán una compensación económica a Sergio Casal y Emilio Sánchez Vicario tras prohibirles jugar en Suráfrica, representando a España en un torneo de exhibición en el que participaban Suráfrica, lsrael y Paraguay. Casal y Sánchez Vicario tenían un contrato de 70.000 dólares -casi nueve millones de pesetas- pero la compensación que recibirán será mucho menos. Sergio Casal manifestó ayer que ni él ni Emilio sabían lo que arriesgaban jugando en Suráfrica. ",Si lo llegamos a saber, no habríamos ido".

Sergio Casal, que acababa de ser derrotado por Emilio Sánchez Vicario por 6-1 y 6-0 en la primera ronda del torneo de Niza, dijo ayer que creía que la situación se había desorbitado: "Yo voy donde veo que puedo ganarme la vida. Me ofrecieron un contrato para jugar en Suráfrica, y nos dijeron que era una exhibición individual. La organización cometió un error al poner el nombre de España en los carteles. Luego quisieron reconvertir el torneo en una prueba individual, pero después del follón- que se armó, ya no había solución". La federación española, por recomendación del CSD, envió un telex a Johannesburgo prohibiendo la participación de Casal y Vicario representando a España. Según el tratado antiapartheid firmado por el Gobierno español, éste se compromete a no permitir que ningún equipo deportivo de su país juegue en Suráfrica. Casal y Vicario, de llegar a jugar, podrían haber sido sancionados con no participar en los Juegos Olímpicos de Seúl e incluso en la Copa Davis.Casal, desde Niza, se reafirmó en las declaraciones que realizó a EL PAIS SEMANAL (21-XII-86): "Ir a jugar a Suráfrica no significa que estés de acuerdo con lo que sucede allí. Yo iría paraganarme la vida jiugando a tenis. Nada más". "También iría a la Unión Soviética", dijo ayer Casal, "o a cualquier otro país. Yo no entiendo que se arme un problema nacional porque una persona, en este caso yo, juegue en Suráfrica. Estas cuestiones no las entiendo, porque yo voy allí a hacer lo que sé, no a hacer política".

"Si llegamos a conocer las posibles consecuencias", dijo Casal, "no habríamos ido. Nadie nos dijo nada, aunque también es cierto que nosotros no avisamos a la federación, porque tampoco lo hacemos cuando vamos a Murcia a una exhibición o cuando jugamos cualquier torneo. Quiero viajar a España en cuanto pueda para que me expliquen realmente la situación y los problemas que nos podría haber acarreado jugar allí, y si es verdad que nos podían sancionar sin jugar los Juegos Olímpicos y la Davis".

Compensación económica

Agustí Pujol, presidente de la Federación Española de Tenis, manifestó que existe un pacto con el CSD para resarcir de alguna manera a los jugadores españoles. "Han perdido un contrato importante. No les pagaremos los 70.000 dólares (casi 9 millones de pesetas), que, según ellos, les había prometido la organización surafricana. Pero les compensaremos de alguna forma", dijo Pujol. "A mí este tema no me preocupa en exceso", comentó Casal.Manuel Orantes, el capitán del equipo español de Copa Davis, reconoció que fue él quien primero avisó a la federación: "En una conversación con Pujol sobre el calendario de Sergio y Emilio, le dije que se iban a Suráfrica. Yo ya les avisé hace algún tiempo de que podían tener problemas, porque yo también los tuve cuando jugué allí en 1980. Pero ellos creían que su presencia allí iba a pasar desapercibida. No eran conscientes de la reacción que se podía provocar. Orantes, que estuvo en la lista negra de la ONU por jugar en Suráfrica, considera que esta situación es hipócrita: "Me parece una hipocresía que se realice un boicoteo deportivo y que, en cambio, no se adopten otras medidas. Si se quiere presionar a un régimen represivo, hay que tomar medidas económicas y políticas, y no sólo deportivas".

Sobre la firma

Archivado En