Cartas al director

Ética democrática

A lo largo del primer trimestre del presente año, algunos artículos de EL PAIS han centrado su atención en el tema de una posible ética para la democracia. Se trataba de colaborar en la realización de "la democracia pendiente", ayudando a "liberarla de su incumplimiento". Para ello, según la exposición de Savater, tres posibilidades se abren: el egoísmo no ilustrado, representado en la persona de Calígula; el egoísmo ilustrado, centrado en el individuo y su conveniencia, y el colectivismo. La primera y la tercera de estas actitudes quedaban desechadas, y la tercera aparecía como la heredera de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A lo largo del primer trimestre del presente año, algunos artículos de EL PAIS han centrado su atención en el tema de una posible ética para la democracia. Se trataba de colaborar en la realización de "la democracia pendiente", ayudando a "liberarla de su incumplimiento". Para ello, según la exposición de Savater, tres posibilidades se abren: el egoísmo no ilustrado, representado en la persona de Calígula; el egoísmo ilustrado, centrado en el individuo y su conveniencia, y el colectivismo. La primera y la tercera de estas actitudes quedaban desechadas, y la tercera aparecía como la heredera de la Ilustración.A mi juicio, y así lo intenté mostrar (Una ética de la responsabilidad solidaria, EL PAIS, 262-1987), el individuo y su conveniencia no constituyen un punto de partida adecuado para acceder a una democracia integral, porque la inversión de energías que supone para un individuo semejante forma de vida sólo es racional si descubre que cada hombre es valioso en sí, no sólo para mí. Y hablar de lo en sí valioso supone desplazar el centro de la atención desde la propia conveniencia hacia lo que vale aun sin necesidad de cálculo. Esta última actitud no es egoísta ni colectivista. No forma parte de las soluciones propuestas por Savater. Y procede, sin embargo, de una línea que en la Ilustración inició Kant y sigue representada por las corrientes que hacen de la solidaridad y el reconocimiento recíproco la base de la ética. Estas corrientes coinciden hoy con lo que se ha dado en llamar modernidad crítica, frente al neoliberalismo neoconservador, que intenta rehabilitar el egoísmo ilustrado a fin de bosquejar una moral que fortalezca la democracia capitalista, única viable -a su juicio-, dada la experiencia histórica. Por tanto, establecer la conexión entre el egoísmo ilustrado y el neofiberalismo neoconservador no sólo viene a cuento, sino que es nuclear en la disusión acerca de una ética para la democracia- . Profesora de Ética.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En