Cartas al director

'Generación límite'

Soy, en realidad (por edad, medio social y contexto urbano) un miembro de esta "generación lírnite" abocada sin remedio al caos de la incertidumbre y al miedo a un futuro engullidor. Y digo "soy, en realidad" porque no puedo negar lo evidente, aunque el sentimiento que me inspira esta pertenencia es de un inmenso y ato atormentado rechazo. Nunca he sido punk, ni mod, ni heavy, nirocker... En realidad, nunca he sido nada excepto yo misma. La idea de esta carta no era, sin embargo, disertar en términos de descarnada confesión acerca de este mundo en ebullición, objeto de aná...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Soy, en realidad (por edad, medio social y contexto urbano) un miembro de esta "generación lírnite" abocada sin remedio al caos de la incertidumbre y al miedo a un futuro engullidor. Y digo "soy, en realidad" porque no puedo negar lo evidente, aunque el sentimiento que me inspira esta pertenencia es de un inmenso y ato atormentado rechazo. Nunca he sido punk, ni mod, ni heavy, nirocker... En realidad, nunca he sido nada excepto yo misma. La idea de esta carta no era, sin embargo, disertar en términos de descarnada confesión acerca de este mundo en ebullición, objeto de análisis en el reportaje de Rosa Montero. Mi intención, y mi atrevimiento, es expresar algo que llevo dentro como un estigma hiriente-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En