Cartas al director

Publicidad

A veces los responsables políticos sufrimos del despiste o la incomprensión de los profesionales de la información, y esto no tiene por qué llevarnos a una práctica de corrección permanente. Ése es, cuando menos, mi talante. Aceptar, en definitiva, las más de las veces, lo que en términos coloquiales llamaríamos gajes del oficio.Si me decido a escribir en esta ocasión, lo hago por una afirmación vertida en el artículo Nos anunciamos, luego existimos firmado por Javier Martín (EL PAIS, 9 de noviembre), y que suscribo prácticamente en su totalidad. Hasta el grado de puntuali...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A veces los responsables políticos sufrimos del despiste o la incomprensión de los profesionales de la información, y esto no tiene por qué llevarnos a una práctica de corrección permanente. Ése es, cuando menos, mi talante. Aceptar, en definitiva, las más de las veces, lo que en términos coloquiales llamaríamos gajes del oficio.Si me decido a escribir en esta ocasión, lo hago por una afirmación vertida en el artículo Nos anunciamos, luego existimos firmado por Javier Martín (EL PAIS, 9 de noviembre), y que suscribo prácticamente en su totalidad. Hasta el grado de puntualizar la incorrección mencionada a fin de que cobre plena virtualidad. Es aquella que dice en relación a la situación de desconocimiento de la comunidad autónoma: "Todos los partidos políticos de la asamblea se pusieron de acuerdo, por una vez, para pedir que el Ejecutivo regional remedíara la situación". De esta frase se desprendería un cierto aval de mi partido, así como del resto de la oposición, a la política de marketing del señor Leguina: las instituciones se venden, no informan. Lo ocurrido, justo es decirlo, ha sido todo lo contrario. Nuestras denuncias a una política cuya sustancia es la de definir a la Comunidad Autónoma de Madrid como un producto nuevo a ofrecer en el mercado de las instituciones políticas han sido constantes. La última, con ocasión del debate del Estado de la región. En primer lugar, porque tal mercado no existe sino en la cabeza de burócratas a la búsqueda de protagonismo, y en se undo lugar, y fundamentalmente, porque la Comunidad Autónoma de Madrid como institución sólo será querida por los ciudadanos si, sirviendo, demuestra que existe. Justo al revés de como lo está haciendo el señor Leguina y que tan bien reflejaba el señor Martín en su artículo, por otra parte, escrito con un dig no toque irónico-

Portavoz del PCE. Asamblea de Madrid.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En