La banca y la patronal, divididas sobre el futuro de la derecha

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), por una parte, y la banca, las eléctricas y los grandes almacenes, por otra, mantienen posiciones enfrentadas sobre la configuración de la derecha política y sobre las personas que deben dirigirla. Las divergencias nacieron a raíz del referéndum sobre la OTAN. Se trata de un enfrentamiento sordo pero virulento que explica en parte la profunda crisis que atraviesan Manuel Fraga como líder de la derecha y su Coalición Popular.

Jose María Cuevas, secretario general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales...

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La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), por una parte, y la banca, las eléctricas y los grandes almacenes, por otra, mantienen posiciones enfrentadas sobre la configuración de la derecha política y sobre las personas que deben dirigirla. Las divergencias nacieron a raíz del referéndum sobre la OTAN. Se trata de un enfrentamiento sordo pero virulento que explica en parte la profunda crisis que atraviesan Manuel Fraga como líder de la derecha y su Coalición Popular.

Jose María Cuevas, secretario general de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), advirtió antes de las elecciones de junio pasado y a la vista de los resultados de una amplísima encuesta sociológica que costó a la patronal 100 millones de pesetas, que Miquel Roca y su operación reformista no tenían posibilidades de éxito, pero banqueros y grandes empresarios se empecinaron en apostar por Roca en contra de los intereses de Manuel Fraga y Coalición Popular (CP). El apoyo unánime de la derecha económica a la opción de Fraga, mantenido desde la desaparición de UCD, quedó roto tras las elecciones. Los dueños del dinero -banqueros, eléctricas y grandes almacenes- perdieron su confianza en Fraga y CP meses antes; con motivo del referéndum sobre la permanencia en la OTAN, se habían desmarcado ya de la patronal CEOE y de Manuel Fraga, apoyando el sí en la consulta.

Los jóvenes cachorros de la banca y algunos cualificados miembros del gran empresariado, críticos frente a la opción de Fraga, lograron el apoyo de los siete grandes. Argumentaban que los planteamientos políticos de Fraga corresponden a una derecha tradicional que no representa la mentalidad y los intereses de una derecha económica española mucho más moderna y liberal.

Páginas 14 y 15

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