Tribuna:

1992

Retengan esta fecha porque va a dar que hablar. Les supongo enterados de que en 1992 se cumplen cinco siglos del llamado descubrimiento de América y espero hayan sido informados de que los Juegos Olímpicos de 1992 se celebrarán en Barcelona, si la muerte no nos separa. Dos acontecimientos de campeonato, suficientes como para preocupar a muchas almas y muchos cuerpos, con los cerebros incluidos. Por si faltara algo, una altísima autoridad, altísima, ha recordado que en 1992 también se conmemora el quinto centenario de la unidad de España. Lagarto, lagarto, a 1992 le están saliendo demasiados fe...

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Retengan esta fecha porque va a dar que hablar. Les supongo enterados de que en 1992 se cumplen cinco siglos del llamado descubrimiento de América y espero hayan sido informados de que los Juegos Olímpicos de 1992 se celebrarán en Barcelona, si la muerte no nos separa. Dos acontecimientos de campeonato, suficientes como para preocupar a muchas almas y muchos cuerpos, con los cerebros incluidos. Por si faltara algo, una altísima autoridad, altísima, ha recordado que en 1992 también se conmemora el quinto centenario de la unidad de España. Lagarto, lagarto, a 1992 le están saliendo demasiados festejos. ¿Por qué será?Lo del quinto centenario era inevitable. A lo hecho, pecho, y cinco siglos después hay que echarle cara al asunto o racionalidad histórica. Mucho me temo que se le va a echar más cara que racionalidad, entre otras cosas porque es más fácil repetir demagogia y lenguajes adquiridos que idear comportarmientos nuevos y clarificadores. Lo de los Juegos Olímpicos en Barcelona es fruto de una iniciativa política que ha arraigado extraordinariamente en el pueblo catalán, acosado en los últimos años por una campaña sobre su supuesta decadencia, simbolizada en el hundimiento del Titanic barcelonés. Gracias a los Juegos Olímpicos los catalanes esperan situarse en posición emergente, que es lo que se lleva ahora en el argot sociológico.

Lo que nadie hasta ahora había planteado era lo del quinto centenario de la unidad de España, efemérides científicamente: discutible. Salir ahora con lo de la celebración de la unidad de España en 1992 es salir por peteneras, tratando de: echar agua estatalista al júbilo popular catalán, por si las moscas independentistas se ponen zumbonas. Es decir, que si la racionalidad no lo remedia, esos Juegos Olímpicos barceloneses de 1992 van a celebrarse vigilados por una pareja de la Guardia Civil: a la derecha la unidad de España y a la izquierda el quinto centenario del descubrimiento, con lo que no saldrían ganando ni las olimpiadas, ni el descubrimiento, ni la unidad de España.

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