Irma Simón

Secretaria de la Mesa del Congreso, cree que todos los partidos son machistas

Diputada del PSOE por Castellón, Irma Simón ha saltado desde los anónimos bancos socialistas del tendido alto del hemiciclo de la carrera de San Jerónimo al puesto de secretaria tercera de la Mesa del Congreso de los Diputados. A pesar de haberse convertido en una de las mujeres mejor colocadas en el protocolo del Estado, esta castellonense de 36 años de edad y sonrisa a flor de piel sigue viviendo con sus padres y sus perros en Vall d'Uixó, un pueblo industrial de 28.000 habitantes. Piensa que todos los partidos son machistas, "porque son un reflejo de la sociedad", y asegura que disfruta sie...

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Diputada del PSOE por Castellón, Irma Simón ha saltado desde los anónimos bancos socialistas del tendido alto del hemiciclo de la carrera de San Jerónimo al puesto de secretaria tercera de la Mesa del Congreso de los Diputados. A pesar de haberse convertido en una de las mujeres mejor colocadas en el protocolo del Estado, esta castellonense de 36 años de edad y sonrisa a flor de piel sigue viviendo con sus padres y sus perros en Vall d'Uixó, un pueblo industrial de 28.000 habitantes. Piensa que todos los partidos son machistas, "porque son un reflejo de la sociedad", y asegura que disfruta siendo de pueblo.

Se afilió a las Juventudes Socialistas el 14 de abril de 1977, y eligió la fecha de una forma deliberada. "Procedo de una familia de tradición repubilicana y socialista, pero en mi casa no se ha vivido nunca un espíritu revanchista o rencoroso. De todos modos, esperé esa fecha tan significativa para comenzar a militar en las Juventudes Socialistas", comenta Irma Simón.Con la sinceridad como bandera y el optimismo como actitud ante la vida, esta mujer risueña y extravertida accedió al Ayuntamiento de Vall d'Uixó -un pueblo industrial marcado por la existencia de la fábrica de calzados Segarra, que posteriormente pasaría a ser propiedad del Estado con el nombre de Industrias Mediterráneas de la Piel- como concejala socialista en las elecciones municipales de 1979.

Tras realizar estudios de decoración en Madrid, París y Luxemburgo, Irma Simón comenzó a trabajar en un estudio de arquitectos de la ciudad de Castellón hasta que la dimisión de un compañero del PSOE la llevó al Congreso de los Diputados, en mayo de 1983.

Reconoce que no es feminista, si bien admite que el papel del movimiento de liberación de la mujer ha sido decisivo para cambiar hábitos y conductas en la sociedad espa1ella. "Mi partido es machista, como todos, porque los partidos políticos son un reflejo de la sociedad", afirma. "En mi caso concreto no creo que mi elección corno secretaria de la Mesa del Congreso de los Diputados obedezca a mi condición de mujer, por aquello del toque femenino. No obstante, me parece bien que en igualdad de condiciones con el hombre se ofrezca antes un puesto a la mujer, al estilo del sistema noruego".

Para Irma Simón, que afirma que su condición de soltera le ha permitido una mayor dedicación a la actividad pública, la política no es una profesión, sino un oficio para unos años. En su horizonte vital está presente que algún día volverá a su trabajo anterior.

Disfruta siendo de pueblo, y Valencia le parece ya una ciudad demasiado grande. "Ahora estoy buscando una casa en Madrid, porque en la anterior legislatura vivía en un hotel, y con el paso del tiempo eso resulta muy pesado. Los fines de semana siempre regreso a Vall d'Uixó, donde me esperan mis padres, mis perros y mis amigos de toda la vida. Yo soy la misma de siempre", declara con firmeza.

Irma Simón se lamenta del desconocimiento que una gran mayoría de españoles tiene de la labor de los parlamentarios. Ahora ella es la encargada de impulsar las visitas de grupos de escolares, jubilados y asociaciones culturales y ciudadanas al palacio de la carrera de San Jerónimo, en una tarea que considera "muy interesante y positiva como escuela de democracia".

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