El capitán del 'Puente Canario' asegura que los 'polisario' querían matarles a todos

Antonio Guillén, capitán del mercante Puente Canario, ametrallado en aguas del banco sahariano, en la madrugada del jueves pasado y en cuyo ataque resultó muerto el engrasador José Hernández Sosa, declaró a la llegada del buque a Las Palmas: "Fue providencial que la mayor parte de los tripulantes estuviera en el comedor jugando a las cartas, ya que de haber estado durmiendo la masacre habría sido peor. No cabe duda que querían matarnos a todos". Otros marineros supervivientes manifestaron: "Por lo visto, la intención de quienes nos atacaron era masacrarnos a todos. Esc...

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Antonio Guillén, capitán del mercante Puente Canario, ametrallado en aguas del banco sahariano, en la madrugada del jueves pasado y en cuyo ataque resultó muerto el engrasador José Hernández Sosa, declaró a la llegada del buque a Las Palmas: "Fue providencial que la mayor parte de los tripulantes estuviera en el comedor jugando a las cartas, ya que de haber estado durmiendo la masacre habría sido peor. No cabe duda que querían matarnos a todos". Otros marineros supervivientes manifestaron: "Por lo visto, la intención de quienes nos atacaron era masacrarnos a todos. Escapamos de milagro. Todo fue muy rápido y los disparos venían, por la parte de popa, desde todos los lados".

A últimas horas de la noche del sábado llegó al Puerto de la Luz (Las Palmas) el buque mercante Puente Canario. Pese a lo avanzado de la hora, numerosas personas acudieron a recibir a los 18 tripulantes, cuyo barco pudo navegar por sus propios medios desde el lugar de la agresión a las islas, pese a estar sensiblemente afectado por los numerosos impactos de armas de fuego que recibió.

El engrasador pidió socorro

En relación con la muerte del engrasador José Hernández Sosa, cuyos restos fueron inhumados ayer tarde en el cementerio de San Lázaro de Las Palmas, el capitán dijo: "Él estaba durmiendo en su camarote, ya que entraba de guardia a las doce de la noche. Y, posiblemente, como era costumbre, se levantó momentos antes para refrescarse". Por eso le cogió el primer ametrallamiento en la cubierta, cuando se disponía a correr para el puente a protegerse. En el primer momento le oímos decir: ,¡socorro, socorro!'; pero los que estábamos tumbados no podíamos salir a ayudarle, porque en el pasillo había numerosos obstáculos al ser alcanzados los contenedores".José María Espinosa, otro de los tripulantes del Puente Canario, dijo que los disparos realizados iban directamente contra ellos. "Todos los tiros iban al puente, y con eso lo único que se puede desear es la muerte de las personas que se encuentran a bordo. Fue una hora de terror, durante la cual no nos movimos de donde estábamos".

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