Los norteamericanos abandonan la carrera a pie para pasarse al ciclismo

Greg Lemond ganó el Tour de Francia, pero no ha ganado los corazones de la afición estadounidense. Parece cierto el comentario del dueño del equipo La Vie Claire, que dijo que una victoria de Lemond no le facilitaba la entrada en su empresa a los mercados norteamericanos, porque Bernard Hinault era más conocido. La única evidencia de un boom del ciclismo, por lo menos en el Este de EE UU, es el aumento en las ventas de bicicletas, y eso se debe en parte a la caída del footing. Los norteamericanos, obsesionados con la salud física, se pasan al ciclismo porque provoca menos lesiones de rodillas ...

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Greg Lemond ganó el Tour de Francia, pero no ha ganado los corazones de la afición estadounidense. Parece cierto el comentario del dueño del equipo La Vie Claire, que dijo que una victoria de Lemond no le facilitaba la entrada en su empresa a los mercados norteamericanos, porque Bernard Hinault era más conocido. La única evidencia de un boom del ciclismo, por lo menos en el Este de EE UU, es el aumento en las ventas de bicicletas, y eso se debe en parte a la caída del footing. Los norteamericanos, obsesionados con la salud física, se pasan al ciclismo porque provoca menos lesiones de rodillas e inflamaciones de tendones.

La presencia de Lemond en el Tour aumentó algo la cobertura de los medios informativos, pero muy poco. Este, año hubo interés también en parte porque Seven Eleven, una cadena nacional de bodegas, patrocinó a un equipo norteamericano. Muchos de los periódicos publicaban diariamente los resultados, pero no siempre los acompañaban con una crónica, ni siquiera The New York Times, quien ha seguido fielmente la carrera de Lemond en los últimos años. Se sabía que Lemond e Hinault estaban enfrascados en una lucha, pero se desconocían los pormenores.La revista semanal Sports Illustrated siguió el Tour desde su comienzo, pero cuándo se produjo el desenlace no puso a Lemond en la portada, a pesar de su victoria histórica.

Igual ocurrió con la Coors Clasic, que ganó Hinault, y que es la principal prueba por etapas en Estados Unidos, y lo mismo ocurre estos días con los campeonatos mundiales en Colorado. Es solamente en esta zona del país donde el evento aparece en primera plana. Los Angeles Times, uno de los periódicos de mayor tirada y prestigio, se enorgullece de cubrir cualquier evento de importancia. Durante los Juegos Olímpicos de 1984 publicaba diariamente un suplemento de 50 páginas. Sin embargo, no está representado por ningún enviado especial en Colorado Springs.

Domina el béisbol

Las noticias deportivas las domina el béisbol profesional, el cual acaba de entrar en su último mes de temporada. Los Mets de Nueva York aventajan la división del Este en la Liga nacional por 19,5 partidos y toda la ciudad está a la espera de un posible título, que sería el primero desde 1973.Es irónico, porque a comienzos de este siglo el ciclismo era uno de los deportes de mayor popularidad. En un fin de semana, más de 100.000 seguidores presenciaban competiciones en pista en el Madison Square Garden de Nueva York. Los campeonatos mundiales de 1912 se celebraron en Newark, una ciudad de New Jersey, 20 minutos al sur de Nueva York. Fue la última vez que este torneo se celebró en este país.

Colorado es un Estado conocido por las Montañas Rocosas y su belleza natural. La mayoría de sus ciudadanos son amantes del deporte y en Colorado Springs es donde el comité olímpico estadounidense mantiene su cuartel y centro de entrenamiento. El público ha apoyado los campeonatos mundiales, pero no se ha encontrado la afición que se puede esperar en Europa o Japón. Cuando el equipo estadounidense habla de la ventaja de competir en casa, en realidad está hablando de 2.000 o 3.000 seguidores en el velódromo para las preliminares, cuando la capacidad es de 8.000. Sin embargo, son más aficionados de los que se podía esperar. "El ruido del público te puede empujar hacia el frente como un imán", dice Ron Kíefel, del equipo Seven-Eleven. "Una cosa que me asusta es el público norteamericano", dice Koichi Nakano, de Japón, campeón profesional de velocidad. "Los Juegos de Los Ángeles demostraron que los norteamericanos pueden empujar a sus compatriotas a una victoria con sus gritos. Eso mata del todo la moral de un contrincante".

Como todo acontecimiento en este país, los campeonatos mundiales son una mezcla de deporte y entretenimiento. Al que no le gusten mucho las carreras hay otras atracciones, como un festival de globos, festival de cine sobre ciclismo, un congreso internacional de dos días sobre aspectos médicos y científicos del ciclismo, una exposición de coinercio y un desayuno de tortas para el público.

Doyle batió a Oersted

Por lo que respecta a la jornada de ayer, el británico Anthony Doyle, en persecución individual, y Checoslovaquia, por equipos, se convirtieron en los nuevos campeones del mundo de ciclismo en esta especialidad de pista. Doyle ponía fin al reinado del danés Hans Henrik Oersted, vencedor en las dos últimas ediciones.Aunque Oersted dominó los primeros tres kilómetros de la prueba, con un registro de 4.11.17 -Doyle marcó dos segundos más-, el tramo que conducía al oro, es decir, el kilómetro final, fue una demostración de fuerza por parte del británico, que en las dos últimas vueltas doblegó a su rival.

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