Las 'comedias de situación' desplazan a los folletines de lujo en la televisión de EE UU

Una nueva tendencia se ha iniciado en la televisión norteamericana. Por primera vez en seis años, Dallas o Dinastía no han ocupado esta temporada el primer lugar de audiencia. Tres programas han pasado por delante de las aventuras de los Ewing y los Carrington: La hora de Bill Cosby, Family ties y Murder she wote. Los gustos han cambiado y los televidentes norteamericanos prefieren ahora los sitcom (comedias de situación). Pese a ello, las grandes cadenas preparan nuevos episodios de folletines de lujo como Dallas, Dinastía, Falcon Crest o Los Colbys.

Finalizada la serie Dinastía...

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Una nueva tendencia se ha iniciado en la televisión norteamericana. Por primera vez en seis años, Dallas o Dinastía no han ocupado esta temporada el primer lugar de audiencia. Tres programas han pasado por delante de las aventuras de los Ewing y los Carrington: La hora de Bill Cosby, Family ties y Murder she wote. Los gustos han cambiado y los televidentes norteamericanos prefieren ahora los sitcom (comedias de situación). Pese a ello, las grandes cadenas preparan nuevos episodios de folletines de lujo como Dallas, Dinastía, Falcon Crest o Los Colbys.

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Finalizada la serie Dinastía uno se pregunta qué nuevo folletín de lujo nos espera en un próximo futuro. Sólo se vive una vez, que ocupa el espacio matinal vacante, es un programa de consumo diario en la televisión norteamericana y no pertenece al grupo de costosas producciones de ritmo semanal que se emite en las tres grandes cadenas nacionales a la hora de máxima audiencia. A este último se adscriben Dallas, Dinastía y Falcon Crest.El flujo internacional de ficciones televisivas viene marcado, a pesar de las resistencias europeas, por la oferta de la industria norteamericana. Cada septiembre se inaugura un nuevo período de programación en el que se miden en los estudios de audiencia los títulos de éxito con los recién entrados en concurso. En esta cubeta de experimentación se gestan las tendencias narrativas que darán la vuelta al mundo. La década anterior fue el momento de las miniseries (Raíces, Hombre rico, hombre pobre, Holocausto) y de los Starsky y Hutch y Angeles de Charlie. En los últimos seis años las entregas envueltas de ambientes sofisticados y oscuras maniobras financieras y sentimentales han copado los primeros lugares de popularidad que controla la compañía Nielsen.

El programa de más audiencia

El sorprendente impacto de Dallas, aparecida en 1978 con unos pobres resultados iniciales, se coronó con el mítico capítulo ¿Quién disparó a J. R.?, emitido el 21 de noviembre de 1980 por la CBS y, hasta el presente, el programa de más audiencia de la televisión norteamericana. Dallas generó, en 1979, la serie Knots Landing, con el exiliado Gary Ewing asentado en California. En 1980 se estrena Flamingo Road, en 1981, Falcon Crest y Dinastía, y el año pasado se facturó The Colbys, una historia paralela de Dinastía. Estos programas han copado desde la fecha privilegiados lugares de aceptación, a excepción de Flamingo Road, cancelada a los dos años. En el período de programación de 1983-1984 Dallas fue la serie más seguida en los monitores y Dinastía, la segunda. En 1984-1985, se invirtieron las posiciones, y Dinastía pasó a lugar prioritario. En estos momentos la televisión norteamericana mantiene todos los títulos en vigencia y en el próximo otoño aparecerán más capítulos de Dallas, Dinastía, Falcon Crest, Knots Landing y The Colbys, que el telespectador español podrá ver si algún canal estatal o autonómico se hace con los derechos de emisión. Los capítulos de Dallas, en poder de Berlusconi, y Knote Landing, desconocida aquí, son, por el momento, candidatos al anonimato en nuestro territorio. Falcon Crest, Dinastía y The Colbys, por el contrario, esperan el momento que TVE pueda emitirlos, una vez pasados los episodios correspondientes en Estados Unidos.Una nueva tendencia se ha despertado, sin embargo, este año en la televisión del otro lado del Atlántico. Por primera vez en seis años, Dallas o Dinastía no han ocupado el primer lugar de audiencia. Tres programas han pasado por delante de las aventuras de los Ewing y los Carrington: La hora de Bill Cosby, programa revelación en su segundo año de emisión, Family ties, una comedia con conflictos generacionales entre unos padres que vivieron la época hippy y los hijos con la mentalidad, reaganiana, y Murder she wrote, una serie de intriga protagonizada por Angela Landsbury, en la que una escritora de novelas de misterio hace las veces de detective.

Tras la nueva orientación del gusto colectivo, las cadenas se han aprestado a fomentar para este año los sitcom (comedias de situación). La NBC tiene listos tres nuevos títulos de este género, ALF, Easy Street, Amen; la CBS, Taking de town, Designing woman, Together we stand y Better days; y la ABC, The last Electric Knight, Sledge Hammer, Life with Lupy y Head of the Class.

Después de un período en que las soap de lujo han campado a sus anchas, la comedia impone sus esquemas y estamos asistiendo a una transformación típica de temas y formatos narrativos que se opera en los instantes de saturación. Si leemos los datos todo parece indicar que este momento ha llegado en la producción que nos llega de ultramar.

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