Alivio
¡Qué alivio, qué descanso durante los pocos momentos que Rosa María Calaf y Diego Carcedo, por fin, se callaron durante la retransmisión de la celebración del centenario de la estatua de la Libertad! Sus insultos, indirectas y chismorreos de mal gusto no nos enseñaron más que su falta de preparación, profesionalidad y respeto a una celebración nacional tan digna de respeto como cualquiera de las nuestras.-...
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¡Qué alivio, qué descanso durante los pocos momentos que Rosa María Calaf y Diego Carcedo, por fin, se callaron durante la retransmisión de la celebración del centenario de la estatua de la Libertad! Sus insultos, indirectas y chismorreos de mal gusto no nos enseñaron más que su falta de preparación, profesionalidad y respeto a una celebración nacional tan digna de respeto como cualquiera de las nuestras.-