Los resultados de La Maquinista mejoran en 3.696 millones respecto a 1984

La Maquinista Terrestre y Marítima mejoró en 1985 sus resultados de explotación en 3.696 millones frente al ejercicio anterior. Durante el año pasado la firma registró unas pérdidas en la cuenta de explotación de 6.387 millones, frente a las pérdidas de 10.700 millones de 1984. Las pérdidas totales se incrementaron, sin embargo, ligeramente: 12.400 millones en 1985 frente a 11.420 millones en 1984. El aumento fue debido, según la documentación facilitada a los accionistas, a los 4.676 millones destinados a sanear el balance, como "consecuencia de previsiones que debían haber sido considera...

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La Maquinista Terrestre y Marítima mejoró en 1985 sus resultados de explotación en 3.696 millones frente al ejercicio anterior. Durante el año pasado la firma registró unas pérdidas en la cuenta de explotación de 6.387 millones, frente a las pérdidas de 10.700 millones de 1984. Las pérdidas totales se incrementaron, sin embargo, ligeramente: 12.400 millones en 1985 frente a 11.420 millones en 1984. El aumento fue debido, según la documentación facilitada a los accionistas, a los 4.676 millones destinados a sanear el balance, como "consecuencia de previsiones que debían haber sido consideradas en ejercicios anteriores".

Como consecuencia de la reordenación de las empresas del Instituto Nacional de Industria, La Maquinista ha abandonado la fabricación de calderas y centrales térmicas y se ha especializado en material ferroviario y construcciones electromecánicas. Con esta especialización se espera, según la documentación para accionistas, mejorar la productividad de la plantilla (reducida de 2.268 a 1.724 personas durante el año pasado) y elevar el nivel tecnológico. Si ello no sucediera y se mantuvieran las pérdidas, a medio plazo 'la aplicación de las leyes comunitarias de la libre competencia pondría en peligro la supervivencia de La Maquinista".

Durante la junta, el presidente de la erripresa, Miguel Sáenz de Viguera, definió a los fabricantes españoles de material ferroviario como "grandes talleres donde las administraciones ferroviarias contratan la fabricación de un diseño exterior que ellas han elegido, pero obligándonos a aceptar la responsabilidad técnica y económica".

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