LAS CONSECUENCIAS DE LAS ELECCIONES

Mal humor en los pasillos

F. J., Las verdaderas tensiones en la primera reunión poselectoral de la comisión ejecutiva del Partido Reformista Democrático estuvieron más en los cónclaves depasillo y en las cuestiones de detalle que en el encuentro formal de los casi cuarenta dirigentes reformistas.

El malhumor contenido estalló cuando el secretario de Formación y Programas del PRD, Miguel Ángel Arroyo, preguntó a los presentes qué pintaba en aquel encuentro Fritz Steiríberg, delegado en España de la fundación liberal alemana Friedrich Naumann. La irritación que la osadía" de Arroyo suscitó ent...

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F. J., Las verdaderas tensiones en la primera reunión poselectoral de la comisión ejecutiva del Partido Reformista Democrático estuvieron más en los cónclaves depasillo y en las cuestiones de detalle que en el encuentro formal de los casi cuarenta dirigentes reformistas.

El malhumor contenido estalló cuando el secretario de Formación y Programas del PRD, Miguel Ángel Arroyo, preguntó a los presentes qué pintaba en aquel encuentro Fritz Steiríberg, delegado en España de la fundación liberal alemana Friedrich Naumann. La irritación que la osadía" de Arroyo suscitó entre los liberales puros que, en su día, disolvieron el PDL de Garrigues para integrarse en el PRD -y que hoy ostentan la representación del PRD en la Internacional Liberal-, no fue obstáculo para que Steinberg hubiese de abandonar la sala, aunque más tarde pudo vérsele de oyente en la conferencia de prensa de Garrigues.

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Otra muestra de la tensión ambiental la constituyeron los comentarios suscitados por la llamada telefónica del dirigente del democristiano PDP Rodolfo Martín Villa, recibida en la sede del PRD en pleno fragor del encuentro; Martín Villa preguntaba "urgentemente" por determinado dirigente reformista, cuyo nombre corrió de boca en boca por los corrillos de quienes, en aquellos momentos, discutían sobre las ventajas y los inconvenientes de mantener a Roca al frente de la operación reformista. Las veladas acusaciones de mantener, ya, "contactos bajo cuerda" con otros partidos, comenzaron a proliferar contra unos y otros.

Discusión de pasillo no menos importante fue la cuestión de la liquidación de los más de 350 millones de pesetas (cifra estimada) a que ascienden las deudas más urgentes a las que el PRD deberá hacer frente: proveedores, imprentas, pegacarteles, etc. Tampoco se obviaron las menciones poco caritativas dirigidas al director publicitario de la costosa campaña reformista, Joaquín Lorente.

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