Torras Hostench quiere renegociar su deuda para pagar dividendo

El nuevo equipo de Torras Hostench SA, papelera que levantó hace casi un año la suspensión de pagos presentada en 1.983, proyecta renegociar el acuerdo con los acreedores nacionales y extranjeros, a la vista de los buenos resultados del plan de saneamiento. Quiere conseguir el visto bueno para que la empresa reparta dividendos antes de terminar de pagar sus deudas, superiores a los 18.400 millones de pesetas.

La intención de llegar a un pacto con los acreedores, complementario del acuerdo judicial que permitió levantar la suspensión de pagos, ha sido dada a conocer con motivo...

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El nuevo equipo de Torras Hostench SA, papelera que levantó hace casi un año la suspensión de pagos presentada en 1.983, proyecta renegociar el acuerdo con los acreedores nacionales y extranjeros, a la vista de los buenos resultados del plan de saneamiento. Quiere conseguir el visto bueno para que la empresa reparta dividendos antes de terminar de pagar sus deudas, superiores a los 18.400 millones de pesetas.

La intención de llegar a un pacto con los acreedores, complementario del acuerdo judicial que permitió levantar la suspensión de pagos, ha sido dada a conocer con motivo de la asamblea de accionistas, celebrada ayer en Barcelona, donde fueron presentados los resultados de 1985.

Después de tres años de pérdidas por un total cercano a los 3.000 millones de pesetas y 194 millones de beneficio en 1984, la empresa Torras contabilizó el pasado ejercicio una ganancia de 1.634 millones de pesetas; su capital es de 2.445 millones. No obstante, el cash flow (beneficios más amortizaciones) llegó a los 7.093 millones, contra 4.887 en el primer año de saneamiento. Sus ventas ascendieron a 23.102 millones de pesetas, un 15,5% más que en 1.984.

Con los resultados de su filial, Industrial Cartonera SA, los beneficios del grupo quedaron en la misma cantidad que los de Torras, aunque las ventas alcanzaron los 29.625 millones de pesetas y el cash flow los 8.220 millones. El grupo, que tiene ocho fábricas y dos empresas de comercialización en Londres y París, ha reducido sus propiedades o inmovilizado neto en algo más de 1.000 millones, como consecuencia de la venta de bosques en Andalucía a la Empresa Nacional de Celulosa. Al parecer, antes ya había descartado el intalar otra fábrica en dicha región.

Saneamiento

El saneamiento realizado por Torras con cargo al ejercicio de 1985 se concreta en que gran parte del cash flow (beneficios más amortizaciones) ha sidodestinado a convertir en pesetas deudas antes expresadas en moneda extranjera, lo que ha supuesto un coste de 2.607 millones, pues estaban valoradas al tipo de cambio existente cuando fueron contraídas. También ha compensado otras diferencias de cambio por 1.970 millones, según indica la auditoría, realizada por Arthur Young. Igualmente, 417 millones de los resultados serán destinados a amortizaciones acogidas a las normas gubernamentales sobre libertad de amortización.En tales provisiones y en las efectuadas el año anterior, que se cifraron en 3.430 millones de pesetas, apoyó el presidente de la empresa, Jorge Núñez y Lasso de la Vega, su afirmación de que "la compañía ha realizado ya y con pleno éxito el plan de saneamiento establecido en 1982, habiendo incluso superado todos los objetivos".

Acuerdo

El acuerdo con los acreedores que ahora se trata de renegociar adquirió firmeza en julio de 1985 y prevé el pago de 18.443,4 millones de pesetas en un período de 10 años, el 30%. mediante pagarés y sin interés y el 70% restante a partir de 1986 y con un interés del 6% sobre el capital pendiente.También establecía que, hasta no haber pagado totalmente los pagarés emitidos, la empresa no podría repartir dividendo alguno.

Otra de las estipulaciones del acuerdo judicial era que Torras dedicaría a inversión un máximo de 700 millones de pesetas anuales, aunque la limitación no afecta a su filial Industrial Cartonera, por lo que el grupo proyecta invertir en los próximos años un promedio de 1500 millones de pesetas cada ejercicio.

Según Jorge Núñez, los precios españoles del papel, aunque han bajado en algunos tipos, como el cartoncillo, están un 8%. ó 10% por encima que los europeos. Pero añadió que en Europa son más bajos que en España el fuelóleo, el kilowatio, la Seguridad Social del personal y los costes financieros. "O nos ponemos a nivel europeo", dijo ante un grupo de periodistas, "o no venderemos una rosca".

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