Una niña de dos años 'rellenó'el único pleno de la 'lotó' premiado con 203 millones

Miriam, una niña de dos años y medio de edad, rellenó el único boleto de seis aciertos que ha aparecido en el sorteo de esta semana de la lotería primitiva, premiado con más de 203 millones de pesetas.El boleto pertenece a un grupo de ocho amigos del barrio donostiarra de Loyola, dos de los cuales han estado recientemente en paro, que al terminar la Liga de la Primera División de fútbol cambiaron su habitual juego de las quinielas por la lotería primitiva.

Antonio, conductor de una línea de autobuses, era el encargado de rellenar esta semana el boleto y probó suerte con la ...

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Miriam, una niña de dos años y medio de edad, rellenó el único boleto de seis aciertos que ha aparecido en el sorteo de esta semana de la lotería primitiva, premiado con más de 203 millones de pesetas.El boleto pertenece a un grupo de ocho amigos del barrio donostiarra de Loyola, dos de los cuales han estado recientemente en paro, que al terminar la Liga de la Primera División de fútbol cambiaron su habitual juego de las quinielas por la lotería primitiva.

Antonio, conductor de una línea de autobuses, era el encargado de rellenar esta semana el boleto y probó suerte con la mano inocente de su hija, que sacó de una bolsa, ocho de las 49 bolas que había en su interior, en cada una de las cuales su padre había pegado un papel con un número de los que entraban en el sorteo.

A este boleto, de 28 apuestas, que sus propietarios depositaron ayer en una caja de ahorros de San Sebastián, le han correspondido también varios premios de cinco aciertos, cada uno de ellos de 116.332 pesetas.

Pablo, David, Julián, Jesús José, Salustiano, Antonio y Alberto, que se negaron a facilitar más datos sobre su identidad, aseguraron: "Somos gente obrera, de poco dinero, y no acabamos de creemos lo que nos ha pasado".

Cuatro de ellos son conductores de autobuses; uno es barrendero; otro, albañil; dos, obreros de una fábrica, y el último, que está mejor situado, posee un bar en el barrio de Loyola.

Se enteraron de la noticia anoche a través de la mujer del propietario del bar, que, según explicaron, "a algunos nos hizo levantarnos de la cama, mientras otros estábamos trabajando, y la verdad es que la mayoría pensamos que se trataba de una broma".

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