LA CAMPAÑA ELECTORAL

Los líderes políticos descuidan su salud durante las campañas

Todos los dirígentes, excepto Felipe González, esquivan la presencia de médicos a su lado

Los médicos de la mayoría de los líderes políticos españoles se muestran alarmados por la indisciplina y el descuido de éstos respecto a su salud durante las campáñas electorales, que acarrean un reto físico y psicológico con un saldo de fatiga que no todos los dirigentes pueden encarar. Casi todos ellos, salvo Felipe González, se niegan a llevar un médico consigo durante las pruebas electorales. Para la opinión pública, es bueno que los líderes se fatiguen, "porque para eso se les paga". Empero, está demostrado que sobre lasalud de los políticos penden muchos más riesgos que sobre los vulnera...

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Los médicos de la mayoría de los líderes políticos españoles se muestran alarmados por la indisciplina y el descuido de éstos respecto a su salud durante las campáñas electorales, que acarrean un reto físico y psicológico con un saldo de fatiga que no todos los dirigentes pueden encarar. Casi todos ellos, salvo Felipe González, se niegan a llevar un médico consigo durante las pruebas electorales. Para la opinión pública, es bueno que los líderes se fatiguen, "porque para eso se les paga". Empero, está demostrado que sobre lasalud de los políticos penden muchos más riesgos que sobre los vulnerables ejecutivos. Pese a ello, todos alardean de tener salud de roble. Es un mensaje que vende.

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RAFAEL FRAGUAS "El líder goza de una salud excelente". Ésta es la frase que cada político en campaña electoral ansía oír decir de sí mismo y desea transmitir a sus electores. Por ello, por narcisismo, y quizá por un punto de irresponsabilidad, esquivan la presencia de médicos junto a ellos durante las campañas.

A excepción de: Felipe González, de, 44 años, presidente del Gobierno y secretario general del PSO1-, que viaja casi siempre acompañado por el doctor José Luis Moneo, internista de 48 años, los demás dirigentes de la primera línea política española tienen a gala prescindir de tal, tipo de asistencia médica.

Moneo, especilista en medicina interna, aparato digestivo y endocrinología, ha acompañado al presidente del Gobierno en numerosos desplazamientos por España y el extranjero. Considera que sobre la salud de Felipe González, a cuya familia asiste desde hace 10 años, "no hay nada que decir". Basa sus reservas en el secreto profesional y en la discreción obligada, pero destaca que "se trata de un hombre joven, fuerte y sano".

Felipe González tiene en la Moncloa una huertecita a la que se escapa cuando puede para combatir la fatiga. Allí cultiva tomates y ajetes, y disfruta ofreciéndolos en in mesa a quienes le visitan. Fuma rubio emboquillado y puros. Con una talla de 1,76 metros y 76 kilos de peso, aproximadamente, es buen portero de fútbol, muy aficionado, a la fotografía y a la filmación con cámara de vídeo.

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Los intentos frustrados por colocar un médico junto a Manuel Fraga, máximo dirigente de la Coalición Popular, de 64 años, durante las campañas traen de cabeza a sus allegados. No obstante, éstos consideran que su resistencia corresponde a la de un hombre mucho más joven, como subraya Carlos Ruiz Soto, médico y parlamentario de AP. Ruiz Soto asegura que el presidente de Alianza Popular muestra una salud óptima, "pese a ser un hombre de buen yantar, con tendencia a adquirir un peso elevado".

Fraga, buen cazador, bebe poco, medio vaso de vino en las comidas, y tiene 'la buena costumbre de beber bastante agua, para facilitar el drenaje renal. En cada campaña suele perder unos cinco kilos de peso", dice Ruiz Soto.

Ádolfo Suárez, de 53 años, presidente del Centro Democrático y Social (CDS), gran fumador de Ducados y algunos Cohibas, prescinde también de un médico en su comitiva, según, señala Consuelo Font, de su gabinete de prensa. Hace años sufrió molestias dentales intensas, aseguran algunos realizadores de televisión a los que en ocasiones pedía aspirinas o Nolotil. Consume decenas de cafés. En campaña fuma todavía más copiosamente. Come muy poco, sobre todo tortillas y filetes, y apenas, bebe.

Miquel Roca, de 46 años, candidato, del Partido Reformista Democrático (PRD) a la presidencia del Gobierno considera que tiene una salud de hierro, informa Milagros P. Oliva. Años atrás padecía del estómago y Regó a sufrir una úlcera, de la que fue operado, pero aprovechó la ocasi6n y se hizo practicar una vagotomía, que consiste en cortar los nervios del estómago. Ya no sufre molestias. "Ahora, ni nervios tengo en el, estómago", comenta irónico. Dei todos modos, no comete excesos, sigue una dieta más que equilibrada y evita, siempre que puede, las comidas. pesadas. Y no bebe. Tampoco fuma. Monta en bicicleta durante el verano. Resultado: 75,5 kilos de peso y una talla de 1,78 metros.

Gerardo Iglesias, de 40 años, secretario general del PCE, fumador de Boncalo, también prescinde de los médicos durante las campañas. Pasa consulta "telefónica" con el doctor Pedro Caba, internista ' de 52 años, que considera a Iglesias "un hombre sano". Sufrió un proceso bronquítico asmático durante su estancia en la cárcel, en tiempos del franquismo. Según sus allegados, soporta muy bien mítines con fiebre alta. Odia incluso las aspirinas, que es conde.

Lucha contra la fatiga jugando al tenis de mesa. Hasta hace poco asistía a un gimnasio para estar en forma. Contrae de vez en cuando la gripe, "cosa que le pone de mal genio porque le impide trabajar tan intensamente como siempre", dice María del Carmen, su secretaria. Bebe mucho té, zumos y algún bíter. Alcohol, poco y sólo en público.

Santiago Carrillo, de 71 años, presidente de la Mesa para la Unidad de los Comunistas, "consume mucho dos medicinas excelentes: fabada y chipirones", dice el periodista Antonio Mullor, que ha viajado con él en numerosas campaftas.

Empedernido fumador de Peter Stuyvesant, también viaja sin médico. En una campaña reciente tuvo que emplear un aerosol eléctrico contra una gran afonía.

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