BARCELONA-ZARAGOZA, FINAL DE LA COPA

Enfrentamientos entre seguidores bilbaínos y la policía

La actuación del árbitro Raúl García de Loza encrespó ayer al público de Bilbao que, en una espectacular batalla campal, se enfrentó en el césped de San Mamés con las fuerzas policiales. Los incidentes prosiguieron fuera del estadio, a unos 300 metros de San Mamés, en la calle del Licenciado Pozas, conocida como la zona de los jóvenes. Grupos de hinchas levantaron barricadas -algunas fueron incendiadas- para hacer frente a la policía. Los enfrentamientos seguían a medianoche, con un resultado provisional de una treintena de heridos y más de 20 detenidos, según Europa Press.Los incidente...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La actuación del árbitro Raúl García de Loza encrespó ayer al público de Bilbao que, en una espectacular batalla campal, se enfrentó en el césped de San Mamés con las fuerzas policiales. Los incidentes prosiguieron fuera del estadio, a unos 300 metros de San Mamés, en la calle del Licenciado Pozas, conocida como la zona de los jóvenes. Grupos de hinchas levantaron barricadas -algunas fueron incendiadas- para hacer frente a la policía. Los enfrentamientos seguían a medianoche, con un resultado provisional de una treintena de heridos y más de 20 detenidos, según Europa Press.Los incidentes comenzaron 15 minutos antes de finalizar el encuentro, con una pelea entre espectadores detrás de la porte ría de Zubizarreta. Dos jóvenes aficionados saltaron la valla, pero fueron frenados antes de entrar en el campo por el servicio de seguridad del club.

Más información

Posteriormente, tras un presunto penalti de Julio Alberto a Julio Salinas (m. 85), otros dos jóvenes lograron romper el cerco y entraron en el terreno de juego con la intención de agredir a García de Loza, pero fueron frenados en su carrera por Migueli, Sánchez y varios jugadores del Athlétic. Desbordado el servicio de seguridad, unos 10 jóvenes lograron entrar en el campo. Tampoco consiguieron su propósito, frenados por un reducido número de policías.

García de Loza rean udó el juego con un saque neutral, y el partido llegó a su fin sin más interrupciones, aunque faltaba un minuto para que se cumplieran los 90. Jugadores y árbitro se dirigieron hacia el túnel de vestuarios bajo una lluvia de botellas, manzanas, panes, y botes de cerveza; y Schuster y Urruti, los más retrasados en el Barcelona, tuvieron que abandonar el campo protegidos por escudos de la policía.

Las fuerzas policiales se adentraron en el campo y comenzaron a situarse estratégicamente, aunque en un primer momento no cargaron contra el centenar de jóvenes que ya habían saltado las vallas. La tensión aumentó al hacer frente los aficionados a la policía, lanzándoles los objetos que anteriormente habían caído sobre el césped. Mientras el capitán de la compañía intentaba calmar los ánimos, algunos policías comenzaron a perseguir a los seguidores bilbaínos más agresivos. Las gradas seguían completamente llenas, y los gritos en contra de lapolicía se convirtieron en mayoritarios.

Sin conseguir el objetivo de desalojar a los aficionados que habían saltado las vallas, el capitán de la policía ordenó la retirada de sus efectivos hacia el túnel de vestuarios, unos 10 minutos después del inicio de los enfrentamientos. Acosados por los hinchas bilbaínos que les perseguían en su retirada, los agentes entraron precipitadamente en el túnel. Mientras descendía la rampa que bloquea el acceso a los vestuarios, los escudos de los policías rezagados recibían el impacto de los objetos que lanzaba desde muy cerca una quincena de aficionados.

La agresión continuó durante unos minutos, y los incidentes prosiguieron con violencia en los alrededores del estadio, hasta avanzadas horas de la noche.

Archivado En