Cartas al director

Nueva izquierda

La lectura del artículo de Rosa Montero en la contraportada de su periódico del día de hoy, me recuerda aquella anécdota atribuida al conde de Romanones, al que un día se le acercó un estudiante para pedirle consejo, ya que pensaba dedicarse a la política. El viejo y astuto político preguntó al estudiante de marras si era de izquierdas o de derechas. El estudiante, rápido, contestóle: "De derechas, señor conde, de derechas". El conde le contestó entre socarrón y meditabundo: "Joven, sea usted de izquierdas, que ya tendrá tiempo de derechas ser". Nuestro joven no sabemos si se marchó esperanzad...

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La lectura del artículo de Rosa Montero en la contraportada de su periódico del día de hoy, me recuerda aquella anécdota atribuida al conde de Romanones, al que un día se le acercó un estudiante para pedirle consejo, ya que pensaba dedicarse a la política. El viejo y astuto político preguntó al estudiante de marras si era de izquierdas o de derechas. El estudiante, rápido, contestóle: "De derechas, señor conde, de derechas". El conde le contestó entre socarrón y meditabundo: "Joven, sea usted de izquierdas, que ya tendrá tiempo de derechas ser". Nuestro joven no sabemos si se marchó esperanzado o desilusionado, pero nuestra Rosa Montero, contagiada por el aire lleno de entusiasmo, aspira a construir "entre todos" una nueva izquierda. Loable intento, pero destinado al fracaso si no se articula en torno a los líderes de izquierda: Tamames, Iglesias, Gallego y algunos más de los que ahora no me vienen a la memoria y que como el espada de turno dijo, traducido a román paladino, "Que Dios reparta suerte"

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