Cartas al director

Espeleología

Como asiduo lector de su diario, me dirijo a usted con objeto de hacer varias puntualizaciones acerca del artículo publicado el miércoles 12 de febrero bajo el título Pedro Tanarro, espeleólogo: un deportista con vocación de científico.Debo reconocer que quedé sorprendido al leer un artículo con tal concentración de contradicciones y disparates vertidos por este presunto científico.

En primer lugar, Tanarro asegura haber descubierto un animal "mitad araña, mitad gusano", para continuar hablando de un bicho de padre desconocido "que sólo se alimenta de roca".

...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Como asiduo lector de su diario, me dirijo a usted con objeto de hacer varias puntualizaciones acerca del artículo publicado el miércoles 12 de febrero bajo el título Pedro Tanarro, espeleólogo: un deportista con vocación de científico.Debo reconocer que quedé sorprendido al leer un artículo con tal concentración de contradicciones y disparates vertidos por este presunto científico.

En primer lugar, Tanarro asegura haber descubierto un animal "mitad araña, mitad gusano", para continuar hablando de un bicho de padre desconocido "que sólo se alimenta de roca".

En cuanto al apartado de inventos tipo profesor Bacterio, destaco su lámpara de carburo, que dura "el doble que las de antes". El diseño al que Tanarro hace mención fue inventado hace ya tiempo, no precisamente por él, y cualquier persona medianamente habilidosa es capaz de fabricarlo, logrando en la mayoría de los casos un acabado menos chapucero.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

No dudo que Tanarro se dedique a la recuperación de toxicómanos, si bien los compadezco si adquirió su experiencia "en cavidades de más de 1.000 metros de profundidad", ya que toda la comunidad espeleológica sabe que ni el grupo HADDES ni Tanarro han participado nunca en la exploración de simas de esa profundidad y dudo que conozca siquiera la ubicación de cualquiera de las siete cavidades conocidas hasta ahora en nuestro país que alcanzan esa cota.

Concluyo manifestándole que, como practicante de la espeleología siento vergüenza ajena ante la lectura del mencionado artículo. Creo que existen formas más dignas de promocionar ese deporte.- . Secretario del Grupo de Investigaciones Subterráneas de la UPM, miembro del Grupo de Espeleosocorro de la Fed. Madrileña de Espeleología.

Archivado En