ANDALUCÍA

El director de la cárcel de Granada sabía que se preparaba un motín, según Justicia

El director de la prisión provincial de Granada, Antonio Sánchez Sánchez, que cesó en su cargo el pasado lunes, tenía conocimiento de que un grupo de reclusos, encabezados por Antonio Maya Martos, preparaba una fuga, según un informe de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias hecho público por el Gobierno Civil de Granada.

Antonio Sánchez pensó que se trataba simplemente de "rumores y comentarios", por lo que decidió no tomar ninguna medida especial de seguridad. Antonio Maya se fugó el 30 de noviembre tras dar muerte a dos guardias civiles y herir a otro de gravedad, m...

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El director de la prisión provincial de Granada, Antonio Sánchez Sánchez, que cesó en su cargo el pasado lunes, tenía conocimiento de que un grupo de reclusos, encabezados por Antonio Maya Martos, preparaba una fuga, según un informe de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias hecho público por el Gobierno Civil de Granada.

Antonio Sánchez pensó que se trataba simplemente de "rumores y comentarios", por lo que decidió no tomar ninguna medida especial de seguridad. Antonio Maya se fugó el 30 de noviembre tras dar muerte a dos guardias civiles y herir a otro de gravedad, mientras que un grupo de presos se amotinó durante varias horas y retuvo a algunos funcionarios.

Según el acta de la junta de régimen y administración de la prisión granadina correspondiente a la sesión celebrada el 11 de julio de 1985, el director del centro informó "de los rumores que se venían dando sobre una posible fuga y secuestro en el interior del centro por el grupo mafioso de Maya Martos y otros, pero que simplemente eran rumores y comentarios, no existiendo causa justificada para tomar medidas excepcionales", aunque se les advirtió a los jefes de servicio que vigilaran al máximo a tales internos.

El documento de Instituciones Penitenciarias da cuenta de varias anomalías más, como la facilidad de movimiento de los reclusos, "porque tanto las cancelas del centro de vigilancia como las dos de acceso a una galería están custodiadas por internos". La razón que alegó en su día la dirección de la prisión era la escasez de funcionarios. Sin embargo, el documento estima que el día de la fuga de Antonio Maya había 12 de servicio, "número más que suficiente para atender la seguridad del centro". También se hace constar que aquel día dos de las puertas que protegen el interior del establecimiento se encontraban abiertas.

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