Cartas al director

La emigración está de moda

Últimamente, los gallegos encabezamos las páginas de los periódicos más importantes del país. Imponemos nuestros criterios en el mundo de la moda, música, pintura y demás. El tema que hoy preocupa es algo que muy pocos, salvo los que lo han vivido, conocen. La emigración era considerada como un fenómeno sociológico normal y por tanto a nadie preocupaba. Por un lado se atraía capital para industrializar el país y por otro se evitaba el paro. Así, día a día, miles de gallegos, andaluces o canarios emprendieron el largo camino de Europa. A nadie preocupaba que los hijos de emigrantes no pudieran ...

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Últimamente, los gallegos encabezamos las páginas de los periódicos más importantes del país. Imponemos nuestros criterios en el mundo de la moda, música, pintura y demás. El tema que hoy preocupa es algo que muy pocos, salvo los que lo han vivido, conocen. La emigración era considerada como un fenómeno sociológico normal y por tanto a nadie preocupaba. Por un lado se atraía capital para industrializar el país y por otro se evitaba el paro. Así, día a día, miles de gallegos, andaluces o canarios emprendieron el largo camino de Europa. A nadie preocupaba que los hijos de emigrantes no pudieran estudiar en Inglaterra, Francia o Alemania porque los colegios españoles, cuando los había, eran insuficientes para atender todas las demandas. A nadie importaba que en los países donde no había reciprocidad en materia de seguridad social con España, Suiza e Inglaterra, los emigrantes tuvieran que empezar largos trámites burocráticos para poder acceder a dichas prestaciones. A nadie preocupaba que los emigrantes vivieran en auténticos guetos como Victoria, Portobello, Earls Court, en Londres, o la Bandileu -sur de París-. A nadie le importaba que no entendieran el idioma... Ya se las arreglarían. Lo que sí preocupaba era que las remesas de emigrantes aumentaran cada año.Hoy, sin embargo, 13.000 votos de la emigración traen de cabeza a políticos y simpatizantes. Esos 13.000 votos han hecho saltar a la palestra el mundo de la emigración, aunque sólo sea para recordar por unos momentos a unos hombres que viven lejos de su tierra. No obstante, lo que los políticos proclaman como un gran triunfo es un gran fracaso. En el caso gallego, más de 100.000 personas pueden votar y sólo 13.000 lo han hecho. Puede que en este caso las cifras muestren su elocuencia y nos inviten a reflexionar.

La emigración no es solamente el centro gallego de Buenos Aires o los que en un alarde de patriotismo han venido a Galicia a votar. Tampoco son las grandes fortunas de Avion (Orense). La emigración es mucho más. En Europa hay miles y miles de gallegos, andaluces o canarios que no pueden permitirse el lujo de venir a votar en avión porque casi no pueden hacerlo en vacaciones. Sin embargo, esos miles de hombres son los que están mandando a España millones y millones anuales. ¿Sabían que las entidades de crédito gallegas han recibido en cinco años más de 60.000 millones de pesetas? Esos grandes olvidados son los que han pasado de política porque nunca les hemos ofrecido nada.- Carmen Pérez Fraga

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