Detenidas tres personas que robaban fondos del Museo de Ciencias Naturales desde hace años

Un vigilante, el propietario de una tienda de compraventa de libros y láminas antiguas y un investigador británico han sido detenidos como presuntos componentes de una red dedicada a sustraer del Museo Nacional de Ciencias Naturales material bibliográfico de incalculable valor científico y económico. La policía ha recuperado 150 volúmenes, entre ellos varios incunables, y 4.000 láminas, que datan de los siglos XVI al XX.

A principios de este mes, el director del museo, Emiliano Aguirre, nombrado el pasado enero, denunció a la policía que durante su corta gestión había observado la c...

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Un vigilante, el propietario de una tienda de compraventa de libros y láminas antiguas y un investigador británico han sido detenidos como presuntos componentes de una red dedicada a sustraer del Museo Nacional de Ciencias Naturales material bibliográfico de incalculable valor científico y económico. La policía ha recuperado 150 volúmenes, entre ellos varios incunables, y 4.000 láminas, que datan de los siglos XVI al XX.

A principios de este mes, el director del museo, Emiliano Aguirre, nombrado el pasado enero, denunció a la policía que durante su corta gestión había observado la constante desaparición de libros y láminas de la entidad. El director añadió que, según había podido saber, era de "dominio público" que desde hace unos cuatro o cinco años se expoliaban de forma sistemática, "casi por encargo", los fondos bibliográficos del museo.De la investigación se hizo cargo el Grupo de Delitos contra el Patrimonio Artístico, que dirige el subcomisario Enrique de la Puente. Los policías no tuvieron grandes dificultades para identificar a los presuntos responsables de esta sangría. José Hita Plata, vigilante de la biblioteca, fue detenido bajo la acusación de ser el autor material de las sustracciones. En la tienda de compraventa de Angel Carracedo Vergaz, situada en la calle de Pelayo, fueron encontrados 150 volúmenes y unas 4.000 láminas, en su mayoría originales. El librero fue arrestado y se precisó, una furgoneta para devolver al museo el material intervenido.

Por último, fue detenido un investigador británico, que, según fuentes de la entidad, "se movía por el museo como por su casa". El británico, cuyo nombre no ha sido facilitado por ninguno de los informantes, era presuntamente el encargado de designar las piezas que debía sacar del museo José Hita y que luego comercializaba Carracedo. Tenía en su poder un valioso Ebro del siglo pasado y 30 láminas originales, propiedad del museo. Los detenidos ingresaron en prisión por orden del juzgado 19.

Entre el material recuperado se encuentran ediciones renacentistas de Plinio y Ovidio, un incunable del De Oratore, de Cicerán, dibujos del taxidermista de la época. de la Ilustración Juan Bautista de Brú, y muchos otros textos y láminas "por las que se puede pagar lo que se quiera en los mercados de Nueva York, Londres y Amberes", según Emiliano Aguirre.

Abandono total

El Museo Nacional de Ciencias Naturales fue creado en 1771 por Carlos III con fondos procedentes de expediciones científicas a América. En la actualidad depende del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, organismo del Ministerio de Educación y Ciencia. Su historia, en palabras de Aguirre, "es goyesca, con algunos destellos deslumbradores pero con muchas más sombras aterradoras". Salvo su periodo fundacional y el comprendido entre 1912 y 1932, la entidad ha estado abandonada Ahora comparte un edificio del paseo de la Castellana con la Escuela de Ingenieros Industriales.Cristales rotos, colecciones de minerales y fosiles no clasificadas que se amontonan en el suelo, vitrinas con cerraduras de juguete, libros y láminas al alcance de cualquiera y ausencia casi absoluta de medidas de seguridad, son algunas de las pinceladas de su desoladora situación.

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El museo cuenta con 12 vigilantes de plantilla, lo que supone que, con vacaciones y fines de semana, sólo hay 6 o 7 personas al día para vigilar dos puertas y nueve salas abiertas al público. Un portavoz policial declaró que durante las investigaciones relacionadas con el material bibliográfico los funcionarios fueron informados de que "a un dinosaurio le habían robado la cola". Un vigilante confesaba ayer: "Aquí, el que no roba es porque no quiere".

Como prueba de la situación real del centro, Emiliano Aguirre señaló ayer que un empresario privado se ha ofrecido a limpiar y reparar gratis todos los cristales y vitrinas. El director calificó ayer de "asunto de Estado" la rehabilitación del que fue primer centro de investigación científica del país.

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