Moscú responde a Londres expulsando a 25 británicos a los que acusa de espionaje

La Unión Soviética ordenó ayer la salida del país de 25 ciudadanos británicos -18 miembros de la embajada, cinco periodistas y dos hombres de negocios- como respuesta a la expulsión, el pasado jueves, del mismo número de soviéticos acusados de participar en actividades de espionaje en el Reino Unido. La primera ministra, Margaret Thatcher, y el secretario del Foreign Office, Geofrey Howe, condenaron la decisión de Moscú. Howe advirtió que esta medida perjudicará las relaciones entre los dos países. Un miembro del Gobierno británico, el ministro para Escocia, George Younger, ha aplazado un viaj...

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La Unión Soviética ordenó ayer la salida del país de 25 ciudadanos británicos -18 miembros de la embajada, cinco periodistas y dos hombres de negocios- como respuesta a la expulsión, el pasado jueves, del mismo número de soviéticos acusados de participar en actividades de espionaje en el Reino Unido. La primera ministra, Margaret Thatcher, y el secretario del Foreign Office, Geofrey Howe, condenaron la decisión de Moscú. Howe advirtió que esta medida perjudicará las relaciones entre los dos países. Un miembro del Gobierno británico, el ministro para Escocia, George Younger, ha aplazado un viaje que tenía previsto iniciar hoy a la URSS.

El embajador británico en la Unión Soviética, Brian Cartledge, dijo que el Ministerio soviético de Asuntos Exteriores le había convocado ayer para comunicarle que los 25 expulsados tienen un plazo de tres semanas para abandonar el país, por su "participación en actos incompatibles con su status", denominación que habitualmente se da a las labores de espionaje.

Los periodistas expulsados son los corresponsales de la cadena de televisión BBC, de la agencia Reuter, del semanario The Observer y de los diarios Daily Telegraph y Daily Mail. Entre el personal diplomático se encuentran tres primeros secretarios.

El pasado jueves, el Gobierno de Londres ordenó la expulsión de 25 funcionarios soviéticos acusa dos de espionaje, tras el pase a Oc cidente del jefe del KGB en el Reino Unido, Oleg Gordievski, quien desertó después de haber trabaja do durante casi 20 años como agente doble.

Moscú calificó ayer la medida británica, por medio de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores difundido por la agencia Tass, de "grosera provocación", y consideró "absolutamente injustificados" los argumentos ofrecidos por las autoridades del Reino Unido. "Este acto", añade el comunicado del ministerio soviético, "tiene una naturaleza política deliberada y no pretende más que envenenar las relaciones soviético-británicas".

La reacción ayer de la URSS ha sido mucho más dura de lo que esperaban los observadores. No existe ningún precedente de una expulsión de estas proporciones por parte de las autoridades soviéticas. En 1971, cuando el Reino Unido expulsó a 108 ciudadanos soviéticos, Moscú sólo obligó a salir a 18 británicos.

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Editorial en la página 14

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