Hacienda inicia una reforma impositiva con menos 'paraísos fiscales'

La necesidad de conseguir un sistema fiscal más progresivo es la explicación de la reforma del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) aprobada por el Consejo de Ministros y presentada ayer por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. Las modificaciones sustanciales se han hecho en el tratamiento fiscal al matrimonio, en los gastos deducibles para la generación de las rentas del trabajo dependiente, en la tarifa del gravamen, capital inmobiliario, capital mobiliario, plusvalías y minusvalías. Asimismo se suprime el régimen de transparencia fiscal voluntaria.

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La necesidad de conseguir un sistema fiscal más progresivo es la explicación de la reforma del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) aprobada por el Consejo de Ministros y presentada ayer por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. Las modificaciones sustanciales se han hecho en el tratamiento fiscal al matrimonio, en los gastos deducibles para la generación de las rentas del trabajo dependiente, en la tarifa del gravamen, capital inmobiliario, capital mobiliario, plusvalías y minusvalías. Asimismo se suprime el régimen de transparencia fiscal voluntaria.

Solchaga ha reformado el IRPF elaborado en 1977 por el entonces ministro de Hacienda -y hoy de Asuntos Exteriores- Francisco Fernández Ordóñez, algo que estudió durante mucho tiempo -sin tomar una decisión final- el anterior titular del departamento, Miguel Boyer. La reforma de la tarifadel tratamiento al matrimonio tendrá efecto este mismo año, es decir, en la próxima declaración de la renta. Del resto de las modificaciones todavía no se conoce el período de vigencia.

Respecto de la nueva tarifa ajustada a la reducción de la tabla de retenciones efectuada el pasado mes de abril con el fin de estimular el consumo y la inversión, después de aplicar las deducciones de tipo general, resultaron un tipo efectivo prácticamente de cero para bases imponibles por debajo de 500.000 pesetas. La tarifa mantiene el sistema actual de deducciones (general, matrimonio, hijos, trabajo, etcétera). La nueva tabla reduce el tipo medio de forma significativa hasta un nivel de base imponible de 1,2 milones de pesetas, lo que, según el ministerio, afecta a un 65,5% del total de contribuyentes. A partir de este nivel, la reducción con respecto al tipo medio actual es de 3,5 puntos hasta una base imponible de 8,6 millones de pesetas, y por encima de dicha base, la nueva tarifa converge gradualmente con la actual.

La reforma del impuesto sobre la renta está basada, según Carlos Solchaga, en datos absolutamente espectaculares obtenidos del funcionamiento cotidiano del gravamen. Así, por ejemplo, más de 500 declarantes con ingresos superiores a 10 millones de pesetas presentaron su declaración con cuota cero por haber enjugado las demás rentas con disminuciones patrimoniales; 204 declarantes tuvieron devoluciones de más de un millón de pesetas a causa del régimen de transparencia fiscal voluntaria, que ahora se suprime; hay declaraciones con más de 100 millones de pesetas de ingresos que tienen por esta causa cuota líquida cero.

Según Solchaga, las tres características más sustantivas del impuesto vigente son las de un excesivo gravamen de las rentas del trabajo y de las rentas más bajas, y una aportación "escandalosamente baja" de las rentas más privilegiadas de la población.

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