Julián García Valverde, anterior vicepresidente del INI, candidato más firme a la presidencia de Renfe

Julián García Valverde, que ocupó la vicepresidencia del Instituto Nacional de Industria (INI) en la época de Enrique Moya -primera etapa socialista-, es el más firme candidato para ocupar la presidencia de Renfe, tras la precipitada dimisión de la misma de Ramón Boixadós, según se aseguraba ayer en fuentes solventes. La rapidez en aparecer un candidato firme a la presidencia de Renfe a las pocas horas de que se conociera la dimisión de Ramón Boixadós contrasta con los motivos, "personales y familiares", esgrimidos por el todavía presidente de la compañía estatal.

Ramón Boixadós hizo pú...

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Julián García Valverde, que ocupó la vicepresidencia del Instituto Nacional de Industria (INI) en la época de Enrique Moya -primera etapa socialista-, es el más firme candidato para ocupar la presidencia de Renfe, tras la precipitada dimisión de la misma de Ramón Boixadós, según se aseguraba ayer en fuentes solventes. La rapidez en aparecer un candidato firme a la presidencia de Renfe a las pocas horas de que se conociera la dimisión de Ramón Boixadós contrasta con los motivos, "personales y familiares", esgrimidos por el todavía presidente de la compañía estatal.

Ramón Boixadós hizo pública ayer su decisión irrevocable de dimitir como presidente de la empresa pública Renfe. En una reunión informal con un grupo de periodistas, Boixadós señaló que ayer mismo había remitido una carta al ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Abel Caballero, en la que reiteraba su decisión irrevocable de dimitir, por problemas personales y familiares, de la presidencia de Renfe."Esta carta es continuación de otra", aseguró Ramón Boixadós, "que ya envié a Abel Caballero el pasado 5 de julio -fecha en la que el ministro tomó posesión de su cargo-, en la que ya le adelantaba mi intención de dimitir".

Pese a esta carta, el propio ministro de Transportes, Abel Caballero, en una comida posterior a la toma de posesión de su cargo con una gran parte del antiguo equipo de Enrique Barón, aseguró que ignoraría el contenido de la misma, por lo que no hubo contestación. No obstante, la existencia de un candidato firme para la presidencia de Renfe, como es el caso de Julián García Valverde, parece indicar que el ministro cambió su decisión en poco más de un mes.

Ramón Boixadós, que aseguró que "no hay enfrentamientos, ni peleas, ni incompatibilidad personal, ni nada", presentó ayer una segunda carta que definió "como continuación de la del 5 de julio", en la que "por motivos personales y familiares te reitero mi dimisión con carácter irrevocable, que espero remitas al Consejo de Ministros lo antes posible". De acuerdo con lo estipulado por ley, la dimisión del presidente de la empresa pública Renfe debe ser aprobada obligatoriamente por el Consejo de Ministros. No se descarta la posibilidad de que el próximo Consejo, que presidirá Alfonso Guerra, acepte la dimisión.

Decisión irrevocable

Ramón Boixadós insistió reiteradamente en que la única razón de su dimisión se debía a las razones expuestas al ministro, aunque en un determinado momento reconoció que "no sé si me gustaría seguir siendo presidente de Renfe en el caso de que no tuviera estas razones personales y familiares". En cualquier caso, no quiso explicar las razones que le impulsaron a remitir a Caballero una segunda carta, mucho más expeditiva, prácticamente a las dos semanas de haber estado juntos en un curso de la Universidad Menéndez Pelayo.

En su primera carta, Boixadós se mostró menos contundente que en la segunda. De hecho, el 5 de julio, el presidente de Renfe justificaba su decisión de dimitir (entonces no figuraba expresamente que fuera irrevocable), en el hecho de que su cargo "resulta clave dentro del equipo rector del ministerio por lo que te presento mi dimisión para que puedas formar equipo...".

Por otra parte, Boixadós negó que su decisión estuviera motivada por enfrentamientos internos dentro de la compañía, como consecuncia de discrepancias sobre el futuro funcionamiento de la misma. Para Ramón Boixadós esa tesis carece de solvencia, "ya que existe un programa-contrato que hay que cumplir". También negó que en su decisión pesaran posibles recortes financieros a dicho contrato-programa "ya que entre otras cosas desconozco por completo el contenido de los presupuestos".

La dimisión de Boixadós puede ser la primera de una cadena de cambios en Transportes y Comunicaciones.

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